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En Catatumbo el transporte volvió a tener actividad, el comercio abrió sus puertas, las instituciones educativas empezaron a recibir a sus estudiantes y hasta los campesinos ya pueden comercializar sus alimentos. Sin embargo, el temor permanece y muchos desplazados continúan por fuera de sus hogares.
Ese panorama es el efecto que genera la decisión del Epl de suspender el paro armado sin dejar de mantener los enfrentamientos bélicos con la también guerrilla del Eln que ya cumplen cerca de 90 días.
Nelson Árevalo, defensor del pueblo en Norte de Santander, explicó que actualmente la situación en Catatumbo es de “una tranquilidad a medias”, porque aunque muchas personas pudieron regresar a sus actividades cotidianas, “pero el conflicto entre esos dos grupos ilegales continúa y podría generar más desplazados. Por ejemplo, en las últimas horas se reportaron nuevos combates, entonces los problemas siguen y nada cambiará hasta que esas estructuras cesen las agresiones”.
Para el ministerio público es probable que regresen a sus hogares quienes se desplazaron por necesidad de alimentos durante el paro armado, sin embargo los refugios humanitarios, que ya suman más de 30, seguirán con quienes huyen de las balas.
Algunos líderes de esa zona, que prefieren no exponer su identidad a la luz pública por razones de seguridad, coincidieron en que la respuesta del Gobierno Nacional de aumentar la presencia militar en Catatumbo no es la más acertada, pero también cuestionan el trabajo que se adelanta contra los grupos armados ilegales.
Para Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, la estrategia de las autoridades en Catatumbo, como en las otras regiones del país donde antes hubo presencia de las Farc, llegó tarde.
“Esto que está pasando en esa zona realmente empezó hace seis meses en la disputa por el territorio, especialmente Tibú y La Gabarra, que era territorio fariano. Yo más que decir que las Fuerzas Armadas no han logrado tomar control, diría que la estrategia fue tardía y aquí el debate es que los planes u ofensivas del Ejército o la Policía comenzaron este año o seis meses después de la entrega de armas de las Farc y por eso creo que a esta región del país todavía le queda un buen tiempo con conflicto armado”, explicó Ávila.
Desde el Ministerio de Defensa argumentan que el trabajo de las Fuerzas Armadas y Policía contra las estructuras criminales que delinquen en Catatumbo sí ha tenido buenos e importantes resultados.
Para el ministro Luis Carlos Villegas, en esa zona del departamento de Norte de Santander, desde comienzos del presente año, se ha logrado la captura de 168 integrantes del Eln, Epl y otros grupos armados; cinco han muerto en combates y también se ha logrado de la incautación de 35 armas largas, cinco toneladas de cocaína y se han destruido 16 laboratorios para el procesamiento de esa droga.
“Las operaciones en Catatumbo también ha dado como resultado, de enero a la fecha, la neutralización de 11 blancos de alto valor como alias ‘Leo’ y ‘el Indio’, del ‘Clan del Golfo’; alias ‘Gafas’ , ‘Pablo’, ‘Yorman’, alias ‘Zanahoria’, creador de los panfletos en el Catatumbo, y ‘Yoimar’ de ‘los Pelusos’; alias ‘Emiliano’ y ‘Juan David’, del Eln; alias ‘Miro corotos’ y alias ‘Breimar’, del Eln”, concluyó el ministro.
Periodista. Magíster en Comunicación de la Defensa y los Conflictos Armados de la Universidad Complutense de Madrid