Un pliego de 10 peticiones para las Farc y el Gobierno entregó la comunidad de Bojayá, durante un acto de perdón público por parte de la guerrilla.
El evento, realizado este domingo en ese municipio chocoano, ribereño del Atrato, se llevó a cabo en desagravio al maltrato que sufrió la población en el marco del conflicto armado.
Los delegados insurgentes fueron los comandantes del bloque Noroccidental: alias “Pastor Alape”, “Benkos Biojó”, “Isaías Trujillo”, “Pablo Atrato” y “Matías Aldecoa”, entre otros que han hecho presencia en los diálogos de La Habana.
En el acto hubo representantes de la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja (Circ) y autoridades nacionales y regionales, que acompañaron a las víctimas en el poblado Viejo Bellavista, escenario de una matanza el 2 de mayo de 2002.
Aquel día ocurrió un enfrentamiento entre el frente 58 de las Farc y el bloque Élmer Cárdenas de las Autodefensas, que dejó a la población civil de Bojayá y su vecino Vigía del Fuerte (Antioquia) atrapada en medio del fuego.
En pleno combate, un cilindro bomba disparado por la guerrilla destruyó la iglesia de Bellavista, en la cual se refugiaba la comunidad, dejando 79 muertos y un centenar de heridos.
Durante el acto de perdón, esa tragedia fue representada en una obra teatral, en la que los pobladores plasmaron su dolor y pensamientos.
El acceso a la prensa estuvo restringido; no obstante, testigos le relataron a EL COLOMBIANO que la comunidad presentó un pliego de 10 peticiones. “Básicamente exigieron saber la verdad sobre los hechos y conocer el paradero de desaparecidos, así como garantías de no repetición, justicia y actos de reparación”, explicó Javier Tamayo Perdomo, director Nacional de Atención de la Defensoría.
Por su parte, los rebeldes hicieron enfásis en que están cumpliendo con el cese de hostilidades. Las Farc ya habían pedido perdón a un grupo de víctimas de Bojayá que viajó a La Habana, el 18 de diciembre de 2014.
Tamayo añadió que ahora es importante que se conforme una comisión del Gobierno y las fuerzas vivas de la región, para hacer seguimiento a los procesos de reparación y “que se adjudiquen los recursos que por ley estamos obligados a entregar”.
Después de cuatro horas de intercambio con la población civil, los delegados del Gobierno partieron de la zona en helicóptero, mientras que los de las Farc abordaron una lancha del Cicr y surcaron el Atrato hacia el sur, al parecer para sostener otras reuniones en el área.