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Una inspección técnica a La Escombrera, La Arenera y el Cementerio Universal es la última decisión tomada por la Sección con Ausencia de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el Auto AT-038 de 2019, firmado ayer por los magistrados y al que tuvo acceso exclusivo EL COLOMBIANO, con respecto a las medidas cautelares solicitadas por las familias de las víctimas de desaparición forzada de la Comuna 13 de Medellín.
Para esta inspección, la JEP ordenó a la Unidad de Investigación y Acusación “levantar registro fotográfico y fílmico de los lugares fosas, osarios, etc, donde se presuma que se encuentran cuerpos de personas víctimas de desaparición forzada”, y “adelantar entrevistas a las autoridades encargadas de la administración del Cementerio o a quienes se encarguen de llevar los registros de ingreso, remoción o movimiento de los cuerpos de personas inhumadas”.
Así mismo, le ordenó levantar todos los registros y recaudar todo el material cartográfico de catastro, certificados de matrículas inmobiliarias que den cuenta de la individualización de los polígonos delimitados en La Escombrera y La Arenera.
La JEP vinculó al proceso a la constructora El Cóndor S.A., que explota el título de La Arenera de la Comuna 13.
En el Auto, la Sección también ordenó a la Fiscalía “remitir toda la información sobre el asentamiento de dicha base parmilitar en la parte alta de la Comuna 13, de manera específica en la zona colindante a la ‘Laguna’, al parecer en los predios de La Arenera y La Escombrera”.
La empresa aseguró que no ha sido notificada ni citada por parte de la JEP, pero expresó que está dispuesta a entregar “cualquier información relacionada con la operación de nuestros títulos mineros, así como cualquier otra que se nos solicite y que esté a nuestro alcance”, con lo que ratificó su apoyo a las autoridades y a la comunidad para que las búsquedas puedan realizarse.
La JEP acopió información de las entidades responsables de la búqueda de desaparecidos en Medellín. Este diario tuvo acceso a la documentación aportada por la Alcaldía de Medellín, según la cual después de la infructuosa exploración del Polígono 1 de La Escombrera, realizada en 2015, dejaron cerrados e inexplotados los polígonos 2 y 3, aún sin orden judicial.
Esto a razón de que en la primera exploración no se hallaron restos humanos pese a que se removieron 25.600 metros cúbicos de tierra.
Con respecto al Cementerio Universal, la Alcaldía señaló que con la precaria información con la que cuenta se puede determinar que entre 2002 y 2012 ingresaron 906 cuerpos sin identificar, no se pudo precisar cuántos lo fueron antes.
Así mismo, la Alcaldía dijo que “no ha continuado con la búsqueda, toda vez que no le compete sino al ente judicial”.
Medicina Legal tendrá que responder por la desaparición de dos cuerpos que fueron exhumados en la Comuna 13 y que se perdieron sin haber sido identificados, como señala el Auto de la JEP.
La Alcaldía, en convenio con la Fiscalía, ya había realizado una prospección técnica con la empresa Falcon High Tech, en la que después de realizar la inspección con georradar, perfilómetro y termografía aérea infrarroja, dictaminó que “algunas de las señales posicionadas por perfilómetro son asociables a la existencia de restos humanos en alguno de esos puntos”. “Sin embargo y pese a conocer el resultado, la Fiscalía no ha determinado volver a comenzar las excavaciones y prospecciones en La Escombrera”, dijo la Alcaldía.
La Fiscalía, por su parte, aseguró que gracias a imágenes satelitales de la época pudo ubicar mejor a Juan Carlos Villa Saldarriaga, alias Móvil 8, quien asegura haber inhumado personas en La Escombrera, para que delimitara los polígonos 2 y 3, en vista del fracaso con el polígono 1, también señalado por él.
Sin embargo, las pesquisas técnicas del ente investigador dan cuenta de que el polígono 2 fue modificado entre 2004 y 2014 por sus propietarios ya que después de verificar con imágenes satelitales de la época, se evidenció que el 80 % del material que existía en ese sitio en 2004 desapareció luego, es decir, la montaña era más pequeña en 2014.
Soy periodista egresada de la Universidad de Antioquia. Mi primera entrevista se la hice a mi padre y, desde entonces, no he parado de preguntar.