La creación del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, es uno de los decretos más recientes sancionados por el presidente Juan Manuel Santos para impulsar la implementación del Acuerdo de paz con las Farc.
Se trata de un órgano asesor y consultivo, pensado desde las conversaciones de La Habana como una instancia que favorecerá la reconciliación y la sana convivencia.
Signado este fin de semana por Santos, el Decreto Ley N° 885 precisa que el Consejo Nacional de Paz será encabezado por el Jefe de Estado, delegados del Congreso, la Rama Judicial, los órganos de control (Contraloría, Procuraduría y Defensoría) y la sociedad civil.
Se reunirán cada tres meses, o cuando alguna situación extraordinaria lo amerite, y entre sus funciones estarán: ser un espacio de debate para asuntos de paz y asesorar al Gobierno en la ejecución de un programa de reconciliación y prevención de la estigmatización (de excombatientes o de grupos de poblaciones específicos, como indígenas o Lgtbi).
Aunque cuenta con algunas tareas diferentes y una composición distinta, este Consejo de Paz tiene sus antecedentes en otros procesos de desarme: el Consejo Nacional de Normalización (1990), aplicado con el M-19 y otras guerrillas (Quintín Lame, Corriente de Renovación Socialista); y la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (2005), que acompañó la reinserción de las Auc.