En los últimos meses, la relación diplomática entre Estados Unidos y Colombia ha tenido puntos de tensión críticos: las diferencias ideológicas entre ambos gobiernos han enfrentado al presidente Petro y el presidente Donald Trump. Recientemente, el jefe de Estado colombiano le envió una carta a su homólogo estadounidense donde le rindió explicaciones sobre las acusaciones de injerencia hacia diferentes políticos republicanos y le pidió una tregua.
Si aquella misiva la recibió o no el presidente Trump aún no es seguro. Sin embargo, varias personalidades republicanas han comentado al respecto, entre ellas la representante a la cámara de aquel partido, María Elvira Salazar.
En medio de una rueda de prensa, Salazar aseguró que tiene conocimiento de las acusaciones de Petro a políticos de su partido, entre ellos, Marco Rubio y Mario Díaz Balart, quienes han sido señalados por el jefe de Estado colombiano como artífices y cómplices de un supuesto golpe de Estado.
“Me dicen que el presidente Petro está acusando de injerencia a los tres representantes del sur de la Florida, que representamos a cientos de miles de colombianos. Aparentemente el presidente Petro no reconoce que en este país hay la primera enmienda de la Constitución que dice que uno tiene libertad de expresión para decir lo que piensa”, dijo.
La carta que envió Petro a Trump
Según la republicana, los intentos de Petro de calmar las tensiones entre ambos países no han sido suficientes. Además, aseguró que deberían ser más directos, dejando como manifiesto la disposición de llegar a acuerdos. Al respecto, cabe recordar que a pesar de que el jefe de Estado colombiano aseguró que sus declaraciones sobre Rubio y Balart fueron innecesariamente duras y sin pruebas, cerró diciendo que él “no se arrodilla”.
En ese sentido, Salazar aseguró que las críticas desde su partido son “justas y necesarias”. La congresista dijo que las discusiones entre ambos países se originan en que existe una percepción general en el gobierno de los Estados Unidos, donde se sabe que el presidente de Colombia no necesariamente tiene la misma ideología política, económica y social de ellos.
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“Sabemos que Petro representa una amenaza para la democracia colombiana. Y es nuestro deber alzar la voz. Es un deber moral, es un deber político, porque hay cientos de constituyentes o de votantes en el sur de la Florida que reconocen este mismo peligro y esta misma amenaza del presidente Petro a la institucionalidad colombiana, que va más allá del presidente de turno”, dijo Salazar.
La representante Salazar también usó su intervención para atacar al presidente colombiano en un ámbito más personal. Lo describió como un “ex guerrillero, un ex pandillero y un ex ladrón” que estaba “maltratando la constitución” y “le robaba a los colombianos oportunidades para salir adelante”.
También aseguró que no conoce la carta enviada hace algunas semanas por Petro al departamento de Estado y la Casa Blanca, en la que se retractó de las acusaciones de injerencia, pero dijo que, si lo dijo de forma honesta, indicaría que el presidente ha vuelto al sano juicio.
“Si el presidente Petro entendió en otra carta que no procede el acusarnos por nosotros estar diciéndole a él: ‘Pórtate bien y no te metas con la constitución colombiana’, entonces, me alegra mucho que el caballero entró en su sano juicio”, explicó.
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Salazar también se refirió a otra misiva enviada por miembros del congreso colombiano al Comité de Ética de la Cámara de Representantes, en la que se les acusaba de injerencias y se pedía sancionarlos. La representante aseguró que eso no pasará, y que el Comité probablemente les ofrecería una felicitación por defender la democracia colombiana.
“El Comité de Ética de los Estados Unidos no investiga cuando un congresista, que representa un importante grupo de colombianos, le dice a un presidente de Latinoamérica que no se meta con la democracia. Es que eso es nuestro deber. Al contrario, el comité de ética nos va a felicitar por haber hecho eso”, afirmó Salazar.
Para cerrar, dijo lo siguiente: “No es que nosotros no lo queramos. Lo que nosotros queremos es que se porte bien y que represente a los colombianos dentro del marco de ideología y de economía correcta para el colombiano promedio, que es el único que a mí me interesa”.
¿Podrán ser investigados?
En cuanto a la carta enviada al Comité de Ética, Salazar tiene razón. En su página oficial, el comité de ética del Congreso de Estados Unidos estipula su funcionamiento, y establece que no está obligado ni tiene competencia automática para investigar a congresistas estadounidenses (republicanos o de cualquier otro partido) solo porque congresistas de otro país, como Colombia, envíen una carta de denuncia.
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Este comité solo puede iniciar investigaciones si existen sospechas de violaciones a las reglas éticas internas, leyes federales aplicables o normas de conducta oficial. Las investigaciones pueden iniciarse por denuncias internas (de otros miembros del Congreso), por informes de medios, por ONGs, por ciudadanos estadounidenses, o por indicios que el comité detecte por sí mismo.
Una carta de congresistas extranjeros no tiene peso legal obligatorio, aunque puede ser tomada en cuenta si presenta evidencia sustancial o llama la atención pública. Si la carta alega que congresistas estadounidenses están interfiriendo en política colombiana, eso no necesariamente constituye una violación ética bajo las reglas del Congreso, a menos que esa conducta también implique corrupción, uso indebido de fondos, amenazas, conflictos de interés, etc.
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Además, los congresistas estadounidenses pueden opinar o actuar políticamente sobre asuntos internacionales (por ejemplo, apoyar a ciertos grupos en otros países) como parte de su labor legislativa o de política exterior. Eso no es ilegal ni necesariamente antiético, según las normas estadounidenses.
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