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Un 2023 bien cargado de reformas en el Congreso se aproxima y las discusiones en torno a estas prometen fuertes debates y que se ponga a prueba la relación del Gobierno de Gustavo Petro con su coalición.
En este contexto, una de las que más fricciones ha generado entre el oficialista Pacto Histórico y la Alianza Verde –declarado partido de gobierno– es la reforma política, más puntualmente lo referente a las listas cerradas, que es el mecanismo en el que los candidatos en elecciones pluripersonales deban presentarse a nombre del partido que les dé el aval y no a nombre propio.
Ante esto, el presidente del Senado, Roy Barreras, les hizo un “recordatorio” a los integrantes de la Alianza Verde. Trinó en su cuenta de Twitter: “Oponerse a la Lista Cerrada es oponerse al Acuerdo de Paz incorporado a la Constitución y además (sic) oponerse a la agenda del Gobierno siendo partido de Gobierno. Es oponerse al cambio del sistema clientelista privilegiando los protagonismos individuales”.
Por otro lado, agregó que la “Alianza Verde tiene una responsabilidad con el cambio que se hace indispensable al aspirar a presidir el próximo Congreso”.
El trino de Barreras despertó la molestia en las toldas verdes. Por eso, la senadora Angélica Lozano le respondió que la mayoría de la mayoría de su partido se opone a la lista cerrada y advirtió que “no tenemos precio ni cedemos ante chantajes”.
“Votar la reforma constitucional en curso bajo conflicto de interés para garantizar determinado renglón, ministerio, o cargo, es corrupción”, añadió.
A la discusión se le sumó la representante a la Cámara por Bogotá, Catherine Juvinao, quien señaló que el senador Roy Barreras “está notificando al Partido Verde que la democracia participativa y deliberativa NO (sic) está permitida en el Congreso y que el gobierno exige que se le pupitreen las reformas sin ningún debate”.
Sin embargo, el presidente del Senado le replicó que la lista abierta (elecciones con voto preferente) es el “origen del sistema corrupto (...) a la compra y venta de votos de las microempresas electorales”.
“Todos los demás puntos de la reforma podrían suprimirse (transfuguismo, voto obligatorio, inhabilidades, etc.), pero la lista cerrada es el corazón de la reforma anticlientelista”, puntualizó Barreras.
La reforma política pasó su primera prueba en diciembre pasado cuando la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó en cuarto debate varios puntos, como la lista cerrada, que los congresistas puedan ser ministros y la libertad de hacer coaliciones entre partidos para aspirar al Congreso, asambleas y concejos.