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Desde la administración de Alonso Salazar que terminó el 31 de diciembre de 2011, el fajardismo no gobierna desde el piso 12 de la Alcaldía de Medellín.
Sergio Fajardo gobernó la ciudad entre 2004 y 2007. Académico, con un estilo fresco y con un discurso transgresor contra la política tradicional, el matemático terminó su gestión con altos niveles de popularidad y con premios como el mejor alcalde de Colombia.
Sin embargo, cuando se pensaba que esa favorabilidad le endosaría votos a sus pupilos, esto solo ocurrió en el periodo siguiente con Alonso Salazar. En el resto de elecciones regionales no pudo hacer elegir a sus candidatos ni en Medellín ni en Antioquia.
La ausencia de una estructura política a su movimiento Compromiso Ciudadano, que le abriera mayor influencia a otras figuras políticas y que no dependiera exclusivamente de su liderazgo, ha sido una de las críticas y uno de los motivos para que el fajardismo no continuara gobernando en la región.
Para Juan Carlos Escobar, docente del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, “la fuerza se basa en él, no dejar una estructura política ha sido el gran desacierto de ellos. El problema ahora es que su imagen como gobernador no fue tan positiva como la de alcalde. La estrategia del fajardismo es no tener estrategia, hace parte de la forma de ser de él, por eso hay tantos precandidatos de su corriente porque no ven señales ni estrategia clara”.
La semana pasada, la dirección de Antioquia de la Alianza Verde promovió un comunicado en el que invitaron a César Hernández y a Luis Bernardo Vélez –quienes avanzan en procesos independientes– a participar del mecanismo interno del partido con tres aspirantes que ya solicitaron el aval verde: Jaime Cuartas, Beatriz Rave y Luis Miguel Úsuga.
También convocaron al exviceministro Daniel Quintero, quien respondió con una carta en la que agradecía el gesto, pero “aún no he tomado la decisión de aspirar a la Alcaldía”.
La propuesta que generó malestar en un sector del partido a nivel nacional, fue la iniciativa de hacer una consulta interpartidista con sectores alternativos como el Polo Democrático, el Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais) y Colombia Humana (se especula que apoyaría a Quintero, quien ha recibido comentarios positivos de Gustavo Petro en redes sociales).
Unirse a esa rama de la izquierda, para algunos de los implicados es la oportunidad de competir con mayor fuerza contra el candidato uribista.
No pensó igual Iván Marulanda, senador verde, quien le manifestó a la instancia departamental que faltaba convenir entre todos y que de momento no consideraba “pertinente ni apropiado, convocar a otras fuerzas”.
Esta declaración y el artículo publicado por EL COLOMBIANO el 13 de febrero, titulado: “Coalición entre Alianza Verde y la izquierda tendrá que esperar”, provocó la reacción del representante a la Cámara León Fredy Muñoz, quien defendió la consulta interpartidista y expresó que lo dicho por Marulanda “no es la opinión del ejecutivo departamental” y que él ya había aprobado la propuesta.
Juan Luis Castro, también senador de la Alianza Verde, consideró que “se debe mirar el tema con delicadeza y mesura”, es decir, la decisión a nivel nacional no está tomada.
Dice el docente Escobar, que es difícil el voto en Medellín por los sectores alternativos. “El Centro Democrático definió su mecanismo hace rato, por eso esta alianza si la quieren, debería darse rápido aunque para los verdes, hay sectores de la izquierda que huelen mal”, aseguró.
Sobre la posición de los verdes a nivel nacional, Jorge Iván Ospina, presidente de esa colectividad, le confirmó a este diario que las alianzas deben considerarse no solo en Medellín sino en todo el país y con más partidos diferentes a los mencionados en el comunicado. Según Ospina, se tendrán en cuenta todas las opiniones y matices para decidir la estrategia electoral para la Alcaldía de Medellín.
El último de la escuela fajardista en hacer pública su aspiración a la Alcaldía de Medellín, por el Mais, fue el exsecretario de Gobierno y experto en seguridad Jesús Ramírez.
Ramírez reconoció que ha tenido una mesa de trabajo con “gente del Polo, los verdes, delegados de Luis Bernardo Vélez y de César Hernández. También con personas del equipo de Daniel Quintero, que se marginaron del proceso”.
Para él, unirse es la única garantía para competirle al Centro Democrático e incluso al exalcalde Aníbal Gaviria, si decide lanzarse.
En el grupo de precandidatos con inicios políticos en el fajardismo está también Juan David Valderrama, primo del excandidato presidencial que ajusta casi un año haciendo campaña como independiente. Cuenta con un numeroso grupo de voluntarios, recorre todos los días la ciudad y dice que su movimiento “Todos Juntos” es independiente y que continuará de esa forma.
Para Miguel Silva, politólogo y profesor de la Universidad Nacional, “mientras el uribismo se está uniendo, el fajardismo sigue disperso. La única fuerza que podría ganar sin alianzas es el CD. Si los de Fajardo quieren ser opción deberán presentar un candidato que los una y que también atraiga votos del uribismo”.
Así las cosas, dentro del fajardismo no hay consenso aún, los precandidatos obedecen a diferentes matices y por ahora la posible coalición parece estar lejos.