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Así como lo hizo en septiembre pasado, cuando el Partido Liberal decidió hacer la consulta presidencial en solitario, ahora ante la decisión de su colectividad de acompañar en segunda vuelta al candidato Iván Duque, el senador Juan Manuel Galán anunció nuevamente que armará rancho aparte.
Pero eso solo sería posible si la Sección Quinta del Consejo de Estado reconoce la legitimidad de quienes, en noviembre pasado, solicitaron a través de demanda, revivir la personería jurídica del Nuevo Liberalismo, el movimiento que fundó su padre y que, según él, así como la UP, fue exterminado por paramilitares. Su hermano, Carlos Fernando Galán, también jugaría ahí.
En diálogo con EL COLOMBIANO, afirmó que el Partido quedó hipotecado y es prisionero de intereses personales. Agregó que no hay voluntad de la bancada para renovar y modernizar las prácticas e ideas de la colectividad.
¿Por qué, según usted, el Partido traiciona al liberalismo al apoyar a Duque?
“El liberalismo nunca ha sido de derecha, ha sido de reformas, de modernización, ha estado en favor y es corazón del Acuerdo, de una nueva política de drogas, que no se devuelve a las fumigaciones, ni a penalizar la dosis mínima. Todo eso va a quedar en el olvido, como el catastro multipropósito, que es para generar condiciones de igualdad”.
Pero el expresidente Gaviria dijo que Duque no destruirá el Acuerdo de paz...
“Es un apoyo oportunista, es subirse a último momento a un bus de una victoria que no nos pertenece. El Partido Liberal salió derrotado y debe concentrarse en revisar el porqué y qué tiene que cambiar para que pueda resurgir”.
¿También fue oportunista su cargo diplomático en el primer gobierno de Uribe?
“Trabajé en ese gobierno porque cuando era funcionario del gobierno de Pastrana apliqué a una beca de maestría en el exterior, que duró dos años. El reglamento me obligaba a volver a trabajar el mismo tiempo con la entidad que me respaldó. Una vez cumplí ese requisito, renuncié para aspirar al Senado de la República”.
Usted se anticipó a lo que pasó. ¿Siente impotencia?
“Siempre dije que hiciéramos la consulta en marzo. Repetimos una receta fracasada, aplicada en 2010, cuando el Partido realizó una consulta popular en frío, en septiembre, y el favorito del director, César Gaviria, era Rafael Pardo. Los congresistas, luego de asegurar su elección en marzo, tomaron el rumbo que quisieron, como ocurrió esta vez con Humberto de la Calle, pero con resultados peores”.
¿Qué propone para que el Partido levante cabeza?
“Salir de las facciones que lo han dominado en los últimos 30 años: la gavirista y la samperista. Hay que abrirles espacio a nuevos liderazgos, porque siempre se está pensando en los expresidentes para que regresen, con el argumento de que dan garantías, y no son neutrales. Por eso el partido se ha deteriorado y muchos se han ido a hacer liberalismo en otras tendencias”.
¿Si eso se da, se queda en su partido?
“Hay que refundar el liberalismo, pero desde el Nuevo Liberalismo. Mucha gente quiere que esto se concrete”.
Politólogo de la Universidad Nacional, Periodista de la Universidad de Antioquia y maestrando en Gobierno de la Universidad de Medellín. Tratar de entender e interpretar el poder, un reto.