Este lunes el excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, y su hijo, David Zuluaga –exgerente de su campaña–, comparecerán en la Fiscalía en una audiencia de imputación de cargos por la supuesta entrada irregular de dineros a su campaña en 2014 por parte de la multinacional brasilera Odebrecht.
El litigio, que ha sacudido los cimientos del Centro Democrático y que tiene contra las cuerdas a una de las fichas del uribismo, apenas está en su fase inicial y la audiencia de este lunes es el preámbulo de un proceso que podría extenderse durante varios años.
Según la investigación del ente acusador, en 2014 el entonces candidato presidencial se habría reunido en varias ocasiones con Eleuberto Martorelli, exdirectivo de la multinacional en Colombia. En dichos encuentros, que se dieron en el apartamento de Zuluaga en el norte de Bogotá, se habría pactado un aporte de 1,6 millones de dólares para “pagar parte de los servicios que el publicista ‘Duda’ Mendoça prestaba a la campaña”.
Sin embargo, la Constitución es clara: está prohibido recibir financiación para campañas electorales de personas naturales o jurídicas extranjeras y, si bien el Consejo Nacional Electoral (CNE) –el ente encargado de juzgar a los candidatos–, archivó el proceso contra Zuluaga en 2017, la Fiscalía reabrió el caso tras los controvertidos audios revelados por Daniel García Arizabaleta, exdirector de Invías y entonces mano derecha de Zuluaga.
En las grabaciones, contrario a lo que ha repetido en la última década, Zuluaga admite que sí sabía del ingreso de dineros de Odebrecht a su campaña. Por estos hechos, le serán imputados los delitos de fraude procesal, falsedad en documento privado y enriquecimiento ilícito de particular. Y a David Zuluaga Martínez el delito de fraude procesal.
¿En qué consisten y qué viene en este caso? Lo primero que hay que tener en cuenta es que la audiencia de formulación de imputación es un acto de comunicación en el que le informarán a ambos los cargos por los cuales están siendo investigados y adquieren la calidad de imputados.
Al revisar en detalle los delitos, el primer cargo que le será imputado es fraude procesal. Según el abogado César Vargas, especializado en Derecho Penal y Criminología, ocurre cuando, de forma fraudulenta, la persona induce al error a un servidor público para obtener “una resolución, acto administrativo o sentencia contrario a la ley”.
En este caso, de acuerdo con la Fiscalía, Zuluaga y su hijo le habrían ocultado al CNE información sobre la colaboración económica de Odebrecht. “Así indujeron al error a la autoridad electoral que cerró una investigación que adelantaba sobre el particular”. Por estos hechos, el Código Penal contempla penas entre 6 y 12 años de cárcel, sumado a una multa de hasta 1.000 salarios mínimos.
El siguiente delito es falsedad en documento privado, relacionado con la alteración o simulación de documentos. En este caso, las evidencias indican que, pese a que el excandidato sabía del aporte ilícito de Odebrecht, le presentó al CNE una contabilidad omitiendo el aporte. Por ello, se establecen penas de cárcel de hasta 9 años.
Además, Zuluaga responderá por el delito de enriquecimiento ilícito de particular, relacionado con un incremento patrimonial no justificado.
De acuerdo con el ente investigador, al presentar esa contabilidad supuestamente irregular al CNE, el entonces candidato del Centro Democrático logró que se hiciera efectiva una reposición de votos por cerca de $25.000 millones. Por este delito la pena puede llegar a ser de hasta 15 años de cárcel y una multa de 50.000 salarios mínimos.
Según el experto, este proceso penal puede tardar 2 años y tras la imputación vendrá la formulación de acusación, en la que se presenta un escrito de acusación y se hace el traslado de los elementos materiales probatorios.
“Después se hace una audiencia preparatoria y por último, la audiencia de juicio. Será un juez de conocimiento quien verificará si más allá de toda duda los procesados son culpables o no. Esa sentencia de primera instancia es susceptible de recurso de apelación y después de casación, así es que el proceso se va a demorar todavía un tiempo”, explicó Vargas.
Por otro lado, para García Arizabaleta –que pasó de investigado a testigo estrella de la Fiscalía y a quien le imputaron el delito de enriquecimiento ilícito– está por verse qué acordó en el principio de oportunidad que logró con el ente acusador.
“El principio de oportunidad debe estar supeditado a que él en juicio rinda su testimonio y explique situaciones de tiempo, de modo y lugar para ver cómo se cometieron los delitos”, precisó Vargas.
El litigio apenas comienza y los caminos para Óscar Iván Zuluaga son difusos. Puede allanarse a cargos y tener un descuento de hasta el 50 %. Otra vía es no aceptar cargos e irse a un preacuerdo con la Fiscalía para seguir desenredando el entramado de corrupción de Odebrecht. La última alternativa es no aceptar cargos e ir a juicio. Lo cierto es que su caso abre la puerta a otros procesos que podrían tocar a las más altas esferas del poder.
¿Qué sanciones habría para el Centro Democrático?
En medio de toda la controversia interna que causó la imputación de cargos contra Óscar Iván Zuluaga ha quedado relegado un tema de primer orden que desde ya inquieta al Centro Democrático: las eventuales sanciones a las que podría enfrentarse por cuenta de su aval al candidato.
De acuerdo con el exmagistrado del CNE Armando Novoa, la colectividad podría estar obligada a devolver los recursos que obtuvo por cuenta de la reposición de votos. Sin embargo, lo más grave sería que fuera sancionada con la suspensión del derecho a inscribir candidatos para las elecciones presidenciales de 2026 e, inclusive, podría llegar a perder la personería jurídica.
Si bien hasta ahora el CNE no ha abierto ninguna investigación por estos hechos, hay quienes consideran que el caso podría ser abierto en caso de que Zuluaga sea declarado culpable. No obstante, voces dentro del Centro Democrático descartan que se pueda abrir proceso alguno, pues el partido obtuvo su personería jurídica (es decir, su reconocimiento formal), solo hasta el 23 de julio de 2014, tras casi un mes de la segunda vuelta presidencial de ese año.
