Las movidas en las presidenciales de 2018 todavía causan desencuentros entre Gustavo Petro y Sergio Fajardo, hasta ahora dos de los corredores más sólidos para las presidenciales de 2022. El voto en blanco, en esta ocasión, fue otra vez el desencadenador de un intercambio de trinos entre los dos precandidatos.
La afirmación que revivió el debate vino de Fajardo, quien hace poco salió bien librado del fallo de responsabilidad fiscal por Hidroituango, debido a los acuerdos de pago que EPM ha logrado con las aseguradoras.
El precandidato, en una entrevista con la W Radio, afirmó: “Voté en blanco a conciencia y lo volvería a hacer”, a propósito de su decisión en 2018, cuando se quedó por fuera de la segunda vuelta surtida entre Petro e Iván Duque, y en la que decidió no apoyar a ninguno, después de haber obtenido más de cuatro millones y medio de votos en primera vuelta.
Mantenerse en su posición le costó a Fajardo una arremetida por cuenta de su entonces y actual contendor. En la tarde de este sábado, Petro expresó: “Si ante sí se tiene un genocidio de todo un pueblo y la destrucción de la democracia, no hay más, si se es sensible y responsable, que detener con todo el ser comprometido, la destrucción democrática y la masacre”.
Más tarde vino la respuesta de Fajardo, quien calificó la arremetida como un ataque y dejó en claro que, por este tipo de acciones, no se arrepiente de su proceder electoral hace tres años. “Cada día que pasa, y cada ataque suyo, me reafirma que haber votado en blanco fue lo más responsable”, afirmó el precandidato.
Luego, sin darle largas al asunto, aseveró: “Cambiar un populismo por otro era no cambiar nada. En 2022, por suerte, no tocará decidir entre esas opciones antidemocráticas. No más miedo, no más rabia”.