No fue una Navidad feliz para las 48 personas que tuvieron que pasar la noche del pasado 24 de diciembre o la madrugada del 25 en algún centro asistencial del país. El motivo: quemaduras por explosiones pirotécnicas.
De acuerdo con el reporte preliminar emitido por el Instituto Nacional de Salud (INS) en la mañana de ayer, el uso de pólvora en el país no da tregua, pues si bien el total de 354 lesionados que se han sumado en lo corrido de la temporada navideña, uno de ellos fallecido, representa una reducción del 17 % frente a los 373 que hubo el año anterior, en los departamentos y distritos de Amazonas, Antioquia, Bogotá, Cartagena, Córdoba, Santa Marta y Tolima el número de quemados subió.
Se incrementó también el número de adultos que resultaron lesionados mientras manipulaban pólvora estando bajo los efectos del alcohol: en 2018 se registraron 63 casos, mientras que en 2019 ocurrieron 69. Se han reportado además siete menores de edad heridos mientras estaban en compañía de un adulto bajo efectos del licor, un caso menos que el año pasado.
Las actividades que más han ocasionado quemaduras a las personas fueron manipular pólvora (67 % de los casos), observarla (21 %) y transportarla (3 %). De otro lado, entre los artefactos más peligrosos se ubicaron los totes (26 % de los casos), los voladores (13 %) y los volcanes (10 %), que causaron además de quemaduras, laceraciones, contusiones, amputaciones, daños oculares y auditivos.