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Cobertura en vacunas no covid bajó por pandemia

Según la OMS y Unicef, la cifra de niños sin el esquema básico en todo el planeta aumentó en 3,7 millones.

  • Mantener el esquema de vacunación al día es fundamental para proteger a niños y niñas. Foto: Juan Sánchez
    Mantener el esquema de vacunación al día es fundamental para proteger a niños y niñas. Foto: Juan Sánchez
Infográfico
17
millones de niños no tuvieron acceso a ninguna vacuna, según estimaciones de OMS.
19,2 %
cayó la cobertura de vacuna para neumococo en niños de menos de un año en el país.

Solo en 2020 hubo 23 millones de niños que “no recibieron las vacunas básicas a través de los servicios de inmunización sistemática”, de acuerdo con el reporte más reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Las instituciones multilaterales manifestaron su preocupación porque dijeron que “probablemente” hasta 17 millones de niños no recibieron ni una sola vacuna el año pasado.

Según sus registros, en 2020 alrededor de 3,5 millones de niños más que en 2019 no recibieron la primera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina (conocida como DTP-1) y cerca de 3 millones más no se aplicaron la primera dosis contra el sarampión.

“Estos datos deberían constituir una clara advertencia: la pandemia de covid-19 y las perturbaciones relacionadas con ella nos han hecho perder un terreno valioso”, dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef.

Las cifras de esa entidad también mostraron que los países más afectados en el mundo fueron la India, Pakistán, Indonesia, Filipinas y México, que reportaron un incremento de cientos de miles de niños rezagados en vacunación (en el caso de la India fueron cerca de 1,6 millones).

Este panorama, sin embargo, no fue ajeno a Colombia. Un estudio llevado a cabo por investigadores del Ministerio de Salud y el Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe mostró que la cantidad de niños de cero a cinco años que fueron vacunados en 2020 se redujo en un 14,4 % en comparación con 2019.

La investigación se titula Impact of the covid-19 pandemic on routine childhood immunisation in Colombia (El impacto de la pandemia de covid-19 en la inmunización rutinaria de la niñez en Colombia), cuenta con revisión de pares y fue publicada por primera vez el 20 de julio pasado en la revista científica BMJ, de Reino Unido.

Para llevarla a cabo, los expertos tomaron la información disponible en las bases de datos del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del Ministerio de Salud entre marzo y octubre de 2019 y 2020. Esto se debió a que fue entre marzo y septiembre del año pasado cuando el Gobierno decretó las medidas más fuertes de confinamiento.

Entre otros hallazgos los investigadores encontraron que durante esos meses del 2019 se alcanzó una cobertura vacunal del 78,7 % en menores de un año, del 77,1 % en niños entre 12 y 23 meses y del 73,6 % en los de cinco años. Entretanto, en 2020 las vacunas llegaron al 61,1 % de los menores de un año, al 61,8 de niños entre 12 y 23 meses y al 63,2 % de los que tienen cinco años.

También evidenciaron que, aunque hay un rezago generalizado, los biológicos que más retraso representaron fueron las segundas dosis contra el neumococo, cuya aplicación decreció en un 19,2 % para los menores de un año. Las que protegen contra la fiebre amarilla disminuyeron en 16,4 % para niños de entre 12 y 23 meses. Y las dosis de refuerzo que protegen contra la poliomielitis decrecieron en un 11,4 % para los menores de cinco años de edad.

De acuerdo con Pablo Vásquez, jefe de la Unidad de Cuidado Intensivo Pediátrico en la Sociedad de Cirugía de Bogotá del Hospital de San José, este descenso en las cifras de cobertura vacunal infantil durante 2020 tuvo dos causas.

La primera responde “al miedo de la gente de asistir a los centros de vacunación”, debido a que temían que niños y acudientes se contagiaran con coronavirus. Y la segunda tiene que ver con que “se redujeron los personales y la gente se enfermaba, entonces no pudieron llegar a muchos sitios donde la vacunación no debe ser pasiva, sino muy activa. Toca ir a buscar a los pacientes, ir a llevar las vacunas casi hasta las casas y revisarles los carnés”, explicó Vásquez.

Por su parte, Carlos Saavedra, infectólogo y profesor de la Universidad Nacional, coincidió en que el temor de los pacientes fue uno de los motivos por los cuales bajó la cobertura. Pero matizó diciendo que “en particular Colombia tuvo a muy buen recaudo proteger los centros de vacunación para no mezclarlos con los de covid-19”.

Para él, no se trató de “un déficit de infraestructura o de una pérdida del interés nacional por la vacunación. De hecho, el programa PAI está buscando estrategias múltiples para facilitar el acceso de niños, niñas y adolescentes al proceso de vacunación”.

Las consecuencias

Para Saavedra aún “se puede recuperar el tiempo perdido” en los esquemas de vacunación. Eso sí, dijo que el país está en un “riesgo muy alto”.

Por ejemplo, advirtió que si no se logran mitigar estos rezagos en la aplicación de dosis, podría haber un “resurgimiento de brotes de enfermedades virales en la infancia”. Y señaló que las que más riesgos representan son el sarampión, la rubéola y la viruela, debido a que son más transmisibles.

Por su parte, el pediatra Vásquez añadió que también podría presentarse una falta de control en enfermedades como la tosferina, que infectaría a algunos adultos, que no se agravan, pero sí la transmiten y pueden generar inclusive muertes en población infantil. Dijo que “existen protocolos de actualización de vacunas cuando hubo rezagos”. E indicó que en caso de que haya “brotes de alguna enfermedad, se pueden hacer cinturones de protección y vacunar gente que usualmente no se vacuna, como adultos, niños más grandes o adolescentes”.

Y resaltó la importancia de crear conciencia entre la población. “Esta pandemia nos dejó un mal sabor con las vacunas”, dijo, refiriéndose a las noticias falsas que se difundieron al respecto y a los falsos debates que hubo sobre las farmacéuticas fabricantes. “Eso nunca había importado”, apuntó, “creo que nos va a tocar hacer pedagogía con las familias para que ellas entiendan que la vacunación es positiva, tiene buenos efectos y todos deben acceder a ella”.

De otro lado, Claudia Cuéllar, subdirectora de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud, hizo énfasis en la necesidad de vacunar a niños y niñas con todas las dosis de cada vacuna (son 25 para la primera infancia). “Si nosotros no hacemos el esquema (de vacunación), la inmunidad o protección que van a generar contra enfermedades prevenibles va a quedar incompleta”, puntualizó.

Infográfico
Sebastián Ramírez Torres

Iba a ser médico, pero me volví periodista. Me gusta debatir y hablar mucho y de todo. Creo que la información es un patrimonio inmaterial y público.

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