En 14 meses y una semana, Iván Duque entregará la presidencia de Colombia a su sucesor. Durante ese poco más de un año, más allá de la coyuntura generada por las protestas sociales –que cumplieron un mes el viernes–, el presidente tendrá que sacar adelante propuestas en temas que son prioritarios.
Sin duda alguna, uno de los asuntos más claves es el de la atención de la pandemia (que ha causado 88.282 muertes y 3.383.279 casos). Pero no se trata solo de garantizar la atención médica a quienes lo requieran, sino, sobre todo, vacunar al 70 % de la población colombiana antes de diciembre, para conseguir la inmunidad de rebaño.
Además, el primer mandatario tendrá también que enfocar los esfuerzos de su administración en mitigar el impacto social, político y económico de las manifestaciones. Y mientras hace eso, deberá también procurar tener una buena relación con el Congreso para que este apruebe proyectos claves, con el reto de que cada vez está más cerca la campaña electoral, algo que, sin duda, cambia las prioridades de senadores y representantes a la Cámara.
Por eso, EL COLOMBIANO consultó a expertos y analistas de distintos sectores para explicar, más allá de lo político, cuáles deberán ser esos puntos priorizados por Iván Duque en el término de su gestión como presidente de Colombia.
Recuperar confianza
“Lo que le queda a Duque es gobernar”. De esa manera, Carlos Andrés Arias, docente de la Universidad Externado de Colombia y experto en comunicación política, resume lo que deberá hacer el mandatario en los próximos meses.
“En los próximos 14 meses, yo diría que lo que hay que intentar, de la forma que se pueda, es mitigar el incendio que hay en el país”, señala Arias. Y, en ese sentido, agrega que al respecto Duque tiene varios retos, empezando por lograr definir “una impronta”, como lo hizo, por ejemplo, Álvaro Uribe Vélez con la seguridad democrática.
Profundizando en esto, el docente señala que esa impronta se puede tomar también como “el legado, que en términos de comunicación y de política pública, significa lo que se deja gracias a la gestión”. Y el problema, para el experto, es que desde el Gobierno no ha habido una “lectura política adecuada” para lograrlo.
Desde la perspectiva de Patricia Muñoz Yi, directora de la Maestría en Estudios Políticos de la Universidad Javeriana, lo que sigue durante el próximo año es “trabajar por la recuperación de la confianza de los individuos en el ejecutivo, pero también en las restantes instituciones, confianza que se ha visto fuertemente disminuida, en especial durante el mes que llevamos” de protestas.
Dialogar, una tarea
Para la profesora Muñoz, lo que sigue para Duque se puede resumir en tres grandes líneas. Primero, “recuperar la gobernabilidad, debilitada por el paro, pero también por las necesidades que demanda la recuperación del país en época de la pandemia, y eso lo logrará fortaleciendo las decisiones que tome”. Y, para eso, se deben articular “con las necesidades y demandas de los ciudadanos”.
En segundo lugar está, claramente, la recuperación económica, social y política en la pospandemia. Y por último, indica la directiva de la Javeriana, Duque debe “enviar señales claras a los ciudadanos sobre la existencia de una voluntad política real para atender las demandas ciudadanas y luchar contra la corrupción, que es uno de los problemas estructurales que más inconformidad genera.
Es decir, en lo que le queda de Gobierno, el presidente tendrá que priorizar el diálogo. O al menos así lo cree Juan Carlos Rodríguez Raga, codirector del Observatorio de la Democracia y profesor asociado de la Universidad de los Andes.
Para Rodríguez, Duque se encuentra ante una disyuntiva: “Tendrá que elegir entre seguir manteniendo posiciones de fuerza frente a diversos sectores o cambiar el rumbo para enfrascarse en un proceso serio de negociación que incluya la condena de las violaciones a los derechos humanos”. Así, el panorama para Duque, durante el próximo año, está plagado de pendientes.
14
meses y una semana le quedan a
Iván Duque en la Presidencia de Colombia.