La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia rechazó la tutela que había impuesto el senador del partido Liberal, Julián Bedoya, en contra del procurador General, Fernando Carrillo, en la cuestionaba que el proceso disciplinario en su contra, que se encuentra en etapa de “pliego de cargos”, no respetaba la protección de sus derechos fundamentales al debido proceso.
La Corte determinó “improcedente” la petición, toda vez que dicho proceso disciplinario contra el senador antioqueño aún se encuentra en “etapa probatoria”, por lo que consideraron los magistrados que no es la acción de tutela el recurso que Bedoya debería utilizar.
El documento de la Corte dicta que: “Denegó la salvaguarda, toda vez que el «proceso (...) se encuentra en curso», es dable «acudir a la jurisdicción contencioso administrativa, por vía del medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho», y no se acreditó perjuicio irremediable alguno”, continúa el documento.
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Lo que investiga la Procuraduría
El proceso contra Bedoya en el Ministerio público busca determinar si éste utilizó su investidura como congresista para obtener de forma expedita su título como abogado de la Universidad de Medellín. Todo surgió después de que se conociera que el parlamentario realizara en tiempo récord las pruebas finales que requería para obtener su grado.
Para poder presentarse como abogado, Bedoya tenía varios pendientes académicos, entre ellos, aprobar diez materias. Para agilizar el proceso, lo hizo como un genio, el congresista decidió no cursar estas materias, sino presentar suficiencias.
El 26 de octubre de 2018, mes en el que se matriculó, presentó tres exámenes: Procesal Civil general y especial (4,5), Filosofía del Derecho (3,9) y Seminario Procesal Administrativo (4,3). Luego, el 23 de noviembre, presentó cuatro suficiencias: Hacienda Pública (4,2), Responsabilidad Extracontractual (3,9), Legislación de Paz (4,2) y Contratación Estatal (4,0). Las pruebas que tenía pendientes, Sucesiones (4,1), Derecho de Familia (4,0) y Títulos Valores (3,8), las presentó el 22 de enero de 2019.
Adicional a esto, el 18 de noviembre realizó la prueba Saber Pro y el 23 de noviembre, día en el que presentó mas suficiencias, también presentó los preparatorios Político, Penal, Civil I y II y Laboral. Los últimos requisitos los rindió a principio de 2019: entre el 22 y el 28 de enero asistió al curso de Protocolo Empresarial y Comportamiento Social.
En cuatro meses, que incluyeron un periodo de vacaciones, el senador completó los requisitos. Todo esto, sin descuidar su trabajo en el Congreso, pues asistió a las sesiones del Congreso del 23 al 25 de octubre y del 19 al 21 de noviembre.
La velocidad de aprendizaje, propia de un genio, generó dudas a la Procuraduría. Una de las primeras es el tiempo de preparación que tuvo para presentar exámenes en los que, estadísticamente, es difícil aprobar en el primer intento. Para afirmar esto, se analizaron 715 resultados de exámenes presentados por 390 estudiantes entre enero y septiembre de 2017.
Ese análisis que llevó a la Procuraduría a calificar el caso Bedoya como una “anomalía estadística”, se concluyó que el senador fue el único que presentó 16 exámenes (y el que lo hizo en menos tiempo) y que “los aprobó en su totalidad en el primer intento”, a pesar de que “la tendencia indica que a mayor número de exámenes, la probabilidad de reprobar al menos un examen aumenta”.
Tras la decisión de la Corte que tenía frenada la investigación, esta deberá continuar con las audiencias públicas de juicio disciplinario.