Si bien el plebiscito era un mecanismo de participación ciudadana y no una elección partidista, los políticos le metieron alma corazón y vida, porque así no lo digan en público, de esos resultados dependía, en gran parte, el futuro de algunas candidaturas presidenciales para el 2018.
Los resultados obligaron a algunos a replantear sus aspiraciones y a otros les dio aliento para perseverar y madurar sus proyectos políticos.
Según Carlos Andrés Tamayo, coordinador de la especialización en Comunicación Política de Eafit, el plebiscito se volvió un referendo. En ese sentido, la política nacional cambió en la medida en que gran parte del Sí y del No se definió por apoyo o crítica al presidente Juan M. Santos.
“Las campañas políticas para las presidenciales de 2018 se han transformado. El principal damnificado es el vicepresidente Germán Vargas, por no haber tomado posición en un país polarizado: no se pronunció a favor o en contra. Lo contrario ocurre con el bloque del No, encabezado por el CD. Se cohesionó con sus tres precandidatos (Iván Duque, Óscar I. Zuluaga y Carlos Holmes), y a estos se sumaron Martha Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez”.
Para Tamayo la sorpresa más grande es que las fuerzas de centro e izquierda, que antes veían en la figura de Humberto de la Calle como su representante y el del ‘santismo’, ahora lo ven más difuso y desdibujado por el resultado del plebiscito. Agregó que ese sector requiere un líder más de centro, que aglutine, y ahí es donde pueden surgir figuras como Sergio Fajardo o Jorge Robledo, o un líder de las movilizaciones ciudadanas.
Por su parte Andrés Dávila, director del Departamento de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Javeriana, afirmó que el escenario esta incierto aun; no obstante, la candidatura del CD tomó fuerza, pero no es claro quién puede ser. Incluso, a los designados para negociar, hay que sumar a Ordóñez y Ramírez.
“La aspiración de Vargas Lleras en lugar de aclararse se complica. El Partdido Liberal y la U quedaron debilitados. Fajardo está invisibilizado. Petro, Clara López y Robledo están a la espera. Lo que sí quedó claro es que arrancó la pugna”.