Con todo le han caído al Gobierno del presidente Gustavo Petro por la firma de un memorando de entendimiento con su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro. Lo que llama la Casa de Nariño “crear condiciones sociales y económicas” en la frontera de los dos países, es calificado por críticos como “entrega de soberanía”. El jefe de Estado reaccionó.
La semana pasada los gobiernos de ambas naciones firmaron un acuerdo para la creación de una “zona binacional de paz” con la que buscarán potenciar el comercio, la industria, el turismo y el transporte entre los vecinos. La diplomacia venezolana lo considera “un paso histórico”.
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Uno de los primeros en reaccionar fue el expresidente Álvaro Uribe, quien cuestionó esta decisión de Petro y aseguró que “una de las primeras decisiones de un nuevo Gobierno que elijamos y que empiece el 7 de agosto del año entrante es echar para atrás esta decisión, cancelar esa zona binacional”.
El exmandatario cuestiona que este acuerdo es una afrenta contra la soberanía territorial de Colombia, que servirá para entregarse a grupos criminales que se encuentran en Venezuela. “La zona binacional entrega la soberanía de la patria, una zona que le han entregado al dominio del terrorismo y el narcotráfico protegidos por la dictadura de Maduro”, aseguró.
Esta estrategia, sin embargo, conlleva riesgos y genera preguntas que deberán ser respondidas por el Gobierno, empezando porque se trata de un acuerdo con un par que carece de legitimidad democrática. Al respecto, el profesor de relaciones internacionales César Niño explica que estas zonas son comunes en el mundo para eliminar barreras físicas y comerciales y advierte que “si no fuera con Maduro y sin la constelación de grupos armados en la frontera, sería un acuerdo brillante”.
Sobre esto, aseguró que con “un régimen y un Estado criminalizado y con la presencia de grupos terroristas, es lo más inoportuno e inconveniente para Colombia en términos de seguridad nacional”.
Entre tanto, la representante a la Cámara Luz Pastrana (Cambio Radical) se sumó a la crítica sobre la soberanía nacional y anunció que “desde la Comisión Segunda vamos a citar a la canciller en debate de control político. Vamos a ponerle lupa a este pacto indignante”.
“Colombia no es patio de ninguna dictadura. ¡Esto es una afrenta al país!”, agregó la congresista.
Petro defiende el acuerdo
Entre tanto, el presidente Gustavo Petro —que no se guarda nada con los reparos a su Gobierno— respondió a la crítica que hizo el expresidente Álvaro Uribe y expresó que la “zona binacional” consiste en “crear las condiciones sociales y económicas que permitan que dos pueblos de sangre común e historia común puedan ser dueños de sus territorios, prosperen y vivan bien”.
“Los gobiernos uribistas decidieron romper las relaciones entre los pueblos, eso provoca que las mafias dominaran los territorios y las poblaciones matándolas”, escribió Petro en su cuenta de X (antiguo Twitter).
Y cerró su respuesta al líder del Centro Democrático manifestando que “perder soberanía hoy, es que mafias extranjeras y nacionales, dominen nuestra población fronteriza a partir de las armas y el terror”.
No obstante, para el director del Observatorio de Seguridad de la Universidad Central, Andrés Nieto, esa zona presentaría tres riesgos para Colombia en términos de seguridad, pues “en la frontera con Venezuela hay trata de personas, tráfico de armas, explotación ilegal de minería y mercado irregular de productos. ¿Cómo sería la operación de la Fuerza Pública en esa zona, que no existe internacionalmente de manera formal?”, cuestionó.
¿Para qué es la zona?
Según anunció el presidente Nicolás Maduro, esta zona serviría para una alianza política, pero también para fortalecer el comercio, la industria, gas, petróleo, turismo y transporte.
Este convenio fue firmado por la ministra de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Diana Morales, quien estuvo acompañada por el jefe de despacho de la Presidencia, Alfredo Saade.
En este contexto, Saade aseguró que este acuerdo era “un sueño que nació en (Simón) Bolívar, de un sueño que continuó el presidente (Hugo) Chávez, un sueño que tiene hoy el presidente Maduro y el presidente Petro”.
Tanto César Niño como Andrés Nieto coinciden en que otro de los riesgos es el tema jurídico. Es decir, cómo se llevarían a cabo capturas, incautaciones y operativos contra los grupos ilegales, sin olvidar a los que “hacen las veces de avatares del régimen”.
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