Adiós a un diario respetado
Se solía decir que en “Medellín no amanecía” hasta que llegaba EL COLOMBIANO a la casa, este era el acompañamiento del primer café del día, del chocolate con arepa y quesito, en los hogares de Antioquia. Había que estar bien informado antes de comenzar el trajín diario.
Igual era en Bogotá cuando yo era niña. En las mañanas llegaban a mi casa EL COLOMBIANO, La...