La política del odio
Vi en la cara de mi amiga una mueca de dolor sincero y agudo. Constataba que, a pesar de los acuerdos de paz, de avances innegables, de una resiliencia colectiva extraordinaria, Colombia parece incapaz de soltar el odio. Parece estar condenada a una toxicidad inescapable que reduce al país a ser cada vez menos nación y cada vez más un aglomerado de guetos angostos....