Un condado escolar de Tennessee, en el interior de Estados Unidos, censuró un famoso cómic Maus de Art Spiegelman sobre el Holocausto por unanimidad de toda su dirección, con los argumentos de que se mostraban cuerpos desnudos y se utilizaban blasfemias como “God Damn” (por traducción literal, “maldito Dios”) que insultan a Dios. La noticia se hace más relevante al ser hoy el Día Internacional en Memoria del Holocausto, una conmemoración mundial.
Maus fue publicada en entregas durante una década y ganó en 1992 el premio Pulitzer. Su impacto fue tal que muchas escuelas en Estados Unidos la retomaron como material didáctico para mostrar de forma accesible los horrores del Holocausto.
Spiegelman, que construyó Maus en una larga serie durante trece años, optó por contar la historia con gatos (los nazis) y ratones (los judíos), para hacer más llevadera la tragedia, siendo él mismo hijo de una pareja sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz. Así que los desnudos censurados en Tennessee no eran de humanos, sino de ratones.
Pese al valor didáctico del libro, la dirección escolar del Condado de MacMinn, en Tennesse, votó ayer su supresión de las bibliotecas escolares del Estado y la eliminación del cómic de los programas escolares.
El Museo del Holocausto de Estados Unidos hizo eco de la prohibición y recordó que Maus “ha jugado un papel esencial para educar sobre el Holocausto”, y que ha ayudado a “inspirar a los estudiantes a pensar críticamente sobre el pasado y sus propias responsabilidades”.
El artista habló con la cadena CNBC y dijo dudar que las verdaderas razones fueran las que el condado esgrimía, y la decisión “orwelliana” la atribuía más bien al desasosiego que crean sus dibujos sobre aquella tragedia. Dijo haberse quedado “perplejo y con la boca abierta” al conocer los hechos.
Los medios que recogen hoy esta historia recuerdan que la censura de libros y material escolar por argumentos políticos o religiosos es cada vez más frecuente con el argumento de que tienen efectos perturbadores en los estudiantes.
Maus, la novela gráfica de Art Spiegelman, ilustra los estragos del Holocausto. FOTO CORTESÍA