Colombia se ha ido convirtiendo en un escenario y locación para producciones de Hollywood, entre ellas, la nueva película de la estrella Mark Wahlberg, en la que se utilizaron 16 locaciones de Bogotá. Este jueves su película Milla 22 llega a las salas de cine del país.
En la cinta Mark interpreta a James Silva, un experimentado agente de la CIA en un país de que se sospecha tiene actividad nuclear ilegal. Cuando el funcionario local LI (Iko Uwais) llega a la embajada de los Estados Unidos buscando intercambiar información sobre material radioactivo robado a cambio de un pase seguro a dicho país, Silva tendrá la tarea de transportarlo desde el centro de una ciudad al borde del colapso a una pista de aterrizaje a 22 millas de distancia.
Dirigida por Peter Berg, junto a Mark Wahlberg y John Malkovich, se encuentra Lauren Cohan, una de las estrellas de la serie The Walking Dead.
Así se hizo
Milla 22: el escape se rodó en 42 días, entre noviembre de 2017 y febrero de 2018. La mayoría de sus interiores se realizaron en Atlanta (Estados Unidos), durante las primeras cinco semanas, antes de trasladarse a Bogotá para el resto del rodaje.
Después de considerar locaciones en Asia, los realizadores seleccionaron Bogotá por su capacidad de duplicar casi en cualquier parte del mundo, así como por su proximidad a Atlanta para los viajes y la logística.
Los realizadores comenzaron por hablar con funcionarios del gobierno colombiano a mediados de 2017. Uno de los permisos especiales más importantes que los cineastas tenían que conseguir era para la filmación aérea, en zonas donde eran exclusivas para el tráfico aéreo de la ciudad. Como toda la misión, esta estaría monitoreada por drones operados por el equipo Overwatch, implicaba la colocación de cámaras en el aire casi todos los días de rodaje para obtener el metraje de vigilancia requerido.
“El gobierno sirvió de gran apoyo durante todo el proceso y fue integral al permitirnos hacer las cosas que necesitábamos hacer”, dijo Miguel Tapia, el gerente de locación de Colombia.
“Ésta es la primera película basada en los Estados Unidos que ha llegado a Bogotá, grabada en el medio de la ciudad, y que no tiene nada que ver con el tráfico de drogas. Eso fue algo sumamente significativo para ellos. Y su entusiasmo al respecto, así como su creciente deseo de promover Colombia y Bogotá como un lugar de rodaje, un lugar amigable para trabajar, así como una ciudad segura, fue lo que consideraron”, recordó el productor ejecutivo Stuart Besser..
Mientras estaban en Bogotá, la película se asoció con la productora local Dynamo, que proporcionó servicios de producción y equipo para trabajar codo a codo con la tripulación estadounidense, desde locaciones, seguridad y transporte, a los directores asistentes, peinado, maquillaje y vestuario.
Según el director de la película, Peter Berg, “fue notable cómo el presidente Santos abrió la ciudad para nosotros. Básicamente nos dieron las llaves de la ciudad. Nos permitieron tener acceso en su equivalente a Times Square (se refiere al Centro Internacional) y cerrarlo durante diez días y hacer algunas cosas bastante agitadas. El hecho de que pudiéramos utilizar la mismísima ciudad e interactuar con la ciudad real de una manera bastante cinética realmente nos ayudó a darle la imagen que estábamos buscando”.
Incluso, el presidente de ese momento, y su familia, se involucraron personalmente en la película; el hijo del presidente, Esteban Santos, quien recientemente se graduó de la Universidad de Virginia, aparece en la película como un guardia militar de la Embajada. Luego, durante una visita al set, Juan Manuel Santos se encontró en medio de la acción, cuando Peter Berg le entregó una cámara Panavision que operó durante una escena que presentaba a Mark Wahlberg.