A Juliana Galvis le ha tocado aprender de luminotecnia, sonido, dirección de arte, vestuario, y eso sin dejar de actuar. Todo al mismo tiempo mientras graba desde su casa los capítulos de la serie Confinados.
Lo mismo le ocurrió a los 20 actores que hicieron parte del proyecto cinematográfico El Baño, que el director Harold Trompetero terminó de grabar hace una semana: todos desde la casa, mejor, desde el baño.
Por las restricciones a raíz de la covid-19, que llevó a las suspensión de rodajes, muchos realizadores decidieron seguir produciendo a distancia.
Esta modalidad acarrea retos adicionales, tanto para actores como para directores, tal y como lo señala Trompetero, quien cuando inició el rodaje de su cinta lo quiso hacer de manera muy presencial, siguiendo en vivo las grabaciones gracias a herramientas como Zoom, pero resultó muy dispendioso de lado y lado.
“Decidí, luego de dar las instrucciones, que ellos grabaran las escenas, me las enviarán para revisarlas y dependiendo de la evaluación proponíamos cambios, así se volvió ameno y ágil, aunque creo que depende de cada director”.
Juliana Galvis cuenta, por ejemplo, que su pequeña hija se ha convertido en una experta con la cámara, y quien la acompaña en el cuidado de la menor le ayuda a ensayar los diálogos. “Antes me tocaba hacer todos los personajes a la vez para llevar el ritmo”. Anota que uno de los temas más complejos ha sido el de llevar la continuidad. “Estar pendiente de tener el tenedor en la misma mano que la tenías, llevar la ropa con la que había terminado la pasada escena o sentarse de la misma manera en que dejaste la grabación”. En un estudio hay personas para este tema: anotar y grabar como termina una escena y como debe iniciar la siguiente.
Todero
Dany Hoyos, creador e intérprete de Suso, el paspi, reconoce que grabar desde la casa es muy difícil, en especial porque al no tener la presencia del público es complejo determinar si este se ríe o no. “Como artista me hace mucha falta la gente, ver sus caras, sentir sus abrazos, observar sus reacciones, pero ha sido un reto bacano, me gusta aprender cosas diferentes”, comenta él, que desde su casa está grabando The Suso’s Show.
Relata que estar pendiente de la cámara, cuadrar los planos, las luces y el sonido significa un trabajo triple, “pero hay que adaptarse y meterse en esas nuevas dinámicas”. Recuerda que para las grabaciones en estudio de su programa el equipo técnico es de 20 personas, mientras ahora en su casa solo está él y su compañera. En esta temporada del espacio, en cuarentena, está haciendo puestas en escena, tomas que le pueden tomar hasta tres horas.
Adrián Parada, músico comediante y actor, reconoce que lo más complicado es depender de la tecnología, de una señal de internet o de un aparato. Dice que la clave, en especial cuando son transmisiones en vivo, como el caso del programa Los Probones, que emite los jueves, a las 8:00 p.m., por su canal de YouTube, está en “la escucha agudizada”, para saber en que momento entrar o salir de la escena o del diálogo.
Añade que en las producciones por video, desde la casa, los contenidos tienen que ser distintos a los que se hacen en el teatro, para evitar las distracciones del hogar, desde donde no hay un compromiso 100 % con el actor o la obra. “Cuando se hace Stand Up Comedy es muy complejo, es hablar solo, confiar en que la gente te está siguiendo e imaginar su risas”.
Desde un nuevo escenario, desde la sala o la habitación, los rodajes no se detienen, se transforman.
8:00
p.m. hora de emisión de Los de la oficina, montaje de Acción Impro por YouTube.