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Volver a sentirse en la casa de su abuelo, o de una tía, en la que había un televisor de tubo de rayo catódico (o los “de cola”, como son conocidos), es una de las sensaciones que produce la nueva exposición Retro Visión Espectral del Museo de Antioquia.
La muestra es una coproducción entre el Museo y el Instituto Distrital para las Artes (Idartes), que busca hacer una aproximación a la historia del videoarte en Colombia con 42 obras de experimentación sonora, eléctrica y conceptual.
Cuatro décadas de producción artística audiovisual se observan al recorrer las dos salas y una adicional intermedia que están dispuestas desde este sábado para recibir visitantes. Los años 70, 80, 90 y la primera parte de la década de 2000 tienen representación en los pasillos con realizadores icónicos de esta técnica como Miguel Ángel Cárdenas, Raúl Marroquín, José Alejandro Restrepo y María Teresa Hincapié.
Los contenidos de los años 90 están ubicados en la Sala Sur, los de los 80 tienen sitio en la Sala Norte y, en la mitad de ambas, en el hall intermedio, están los contenidos de los 70 y el nuevo milenio. La curaduría de la exposición estuvo a cargo de Gilles Charalambos, un francés que se siente adoptado por Antioquia, así como Andrés García-La Rota.
Para la exposición se necesitaron 100 televisores de la época para mostrar a los espectadores no solo el contenido que se estaba creando y experimentando en ese momento sino también los dispositivos en los que eran transmitidos. “Estamos logrando ser específicos con la tecnología, no queremos montar un video que se desarrolló en VHS, Beta o Betacam en pantallas plasma, no tendría sentido”, manifestó Duque.
La muestra ya había sido presentada en Bogotá el año pasado en el Monumento de los Héroes, durante la Semana del Arte, y el Museo de Antioquia la recibe para una segunda exposición, recordando que “Medellín tiene también una historia en el mundo del videoarte. El Museo de Arte Moderno realizó cuatro bienales: en 1986, 1988, 1990 y en 1992, en las que se desarrollaron y difundieron varios ejercicios nacionales e internacionales”, aseguró Carlos Uribe, curador del museo.
Este último además es uno de los coordinadores de un proyecto de televisión y radio experimental de Idartes. Su obra, que tiene una duración de tres minutos, es un fragmento de su tesis de grado de la Universidad Nacional hecha a finales de los 90.
“Caer Cayó Caído es el título del contenido que hice por esos días en que el mundo se iba a acabar. En ese entonces se hablaba mucho de una especie de apocalipsis por el nuevo milenio y esta pieza audiovisual tiene un poco de esa ansiedad que producía en el momento factores como la tecnología”, relató el creador.
Cuando un visitante llega a las salas se encuentra con decenas de televisores ubicados de a dos, en uno se muestra la obra de alguno de los artistas y en el otro su respectiva ficha técnica. “No es una exposición que se ve de golpe, como usualmente uno ve las muestras convencionales de muro blanco. Es una exposición para estar cómodamente, concentrarse y profundizar”, destacó Uribe.
Los espectadores podrán encontrarse con creaciones audiovisuales que van desde los 2 hasta los 40 minutos. Adicional a esto hay dos espacios de proyección con entrevistas a los artistas más representativos y secuencias de filminutos de cada una de las obras.
Una de las apuestas que los organizadores hacen es presentar a las nuevas generaciones tecnologías que son ajenas a ellos, pero que presentan la evolución de los dispositivos y las diferentes inquietudes artísticas que motivaron a sus creadores en cada generación.
“En la casa de los padres están los recuerdos de aquellas décadas en donde todo era un poco más difícil, pero ahora todo es limpio tanto en la producción, transmisión y en la tecnología misma para proyectar videos en las pantallas plasma. Cuando un joven ve esto todo sucio visualmente, que tiene como un ruido en la imagen y el rayo que proyectan estos televisores empiezan a preguntarse ¿De qué me perdí?, eso es lo que queremos motivar”, concluyó Uribe.