No son solo camiones de comida. Ofrecen una cocina de paso y tal variedad de menús que se volvieron particularmente populares a mediados del siglo XX en ciudades como Nueva York. En Medellín es apenas desde hace unos seis años que este sistema de cocina sobre ruedas, que en inglés se llama food truck, está andando por sus calles.
Por tradición han sido carros de comidas rápidas, aunque cada vez el mercado y la oferta gastronómica es mayor. Ahora es común encontrar food trucks con opciones internacionales y más especializadas. Esa variedad y los precios asequibles, en general más baratos que un restaurante promedio (un plato completo puede empezar en $10.000), son la explicación a su popularidad.
Según la firma de investigación de mercado IBISWorld, este sector ha crecido: el año pasado, solo en Estados Unidos había 4.046, el doble de lo que existía en 2008. El estudio denota que esto se debió en gran medida a las preferencias cambiantes de los consumidores en favor de una alimentación única.
El camino suma miles de kilómetros desde cuando al inicio se vendían sánduches envueltos en plástico y cafés baratos a la salida de las fábricas. En la actualidad muchos de ellos son casi restaurantes móviles que ofrecen desde pescados y mariscos frescos hasta hamburguesas de todo tipo, batidos, alimentación sin gluten y veganos.
Ya no es solo un carrito que se arrastra, sino camiones equipados al estilo de las casas rodantes. El restaurante va a donde va el dueño.
En el mundo
Según el sitio de recomendaciones de viajes, Atlanta Travel, entre las 10 capitales del food truck en el mundo están Nueva York, punteando. Solo en la Gran Manzana hay 20.000 puestos, de lejos la reina de la comida en la calle. Incluso tienen los Vendy Awards, que premian cada año a los mejores food trucks de la zona.
También destaca a Ciudad de México: “Imposible escapar a sus puestos callejeros”. En Tailandia, precisan en la página, esto no es una moda sino una forma de vida. Hay otros lugares en los que vale la pena cenar al aire libre, entre ellos Berlín, Londres, Singapur, Helsinki, Sydney y Estambul. Eso sí, cada uno tiene una legislación particular.
Desde hace dos años, en Buenos Aires, Argentina, se aprobó una ley que los habilita a trabajar en zonas con poca oferta gastronómica; ya no solo en ferias o festivales. Y lo que generalmente sucede en este caso, es que cada municipio emite una normativa particular que decide la forma de operación, las zonas de emplazamiento y las regulaciones sanitarias.
Crecimiento local
Hace seis años aproximadamente nació la Asociación de Food Trucks de Medellín. Surgió cuando apenas se estaban viendo los primeros tráileres o camiones de este tipo.
Según Juan David Piedrahíta, presidente de la Asociación, existen 106 puestos móviles. “Hay comida árabe, brasilera, japonesa, de frutas, pizzas artesanales, hamburguesas gourmets. El concepto food truck engloba una buena gastronomía con una buena imagen”.
Comenta que ahora se está innovando en este formato: “La mayoría de los emprendedores que se meten en este negocio salen con su título de chefs profesionales. Para ellos hacer una hamburguesa no es atractivo”.
La Agencia para la Gestión del Paisaje, el Patrimonio y las Alianzas Público Privadas (APP), entidad descentralizada de la Alcaldía de Medellín, hizo una caracterización del sector el año pasado con el fin de crear una reglamentación. Encontraron que en la capital antioqueña había 306 Unidades Económicas Móviles (UEM), término en el que incluyen food trucks (tráileres), tuc tuc (parecidos a los moto taxis) y otras adaptaciones tipo furgón.
“El 88 % de estos estaban dedicados a comida y bebidas, y el 12 % restante al mercadeo de bienes y servicios de otros productos”, señala Luisa Fernanda Salazar, abogada de APP.
Variedad y oferta
Para Tulio Zuloaga, conocido como Tulio Recomienda, uno de los influenciadores gastronómicos más reconocidos localmente, este es un sector que no deja de crecer, lo que hace que sea una buena oportunidad: “Es una opción saludable en el sector de las comidas sin correr demasiados riesgos”.
Añade que muchos restaurantes han extendido sus negocios a través de este modelo para llegar a otros lugares que no alcanzan –es el caso de Chef Burguer o Medellin Burger Company–.
El experto indica que ha visto tanta variedad, que puede igualar a la oferta restauradora de la ciudad: “Te puedo hablar de shawarma (árabe), de café, de postres, de helados con nitrógeno líquido, de costillas. Hay de todo”.
Ahora bien, en qué va su reglamentación. De acuerdo con Daniel Madrigal, de la agencia APP, muchas veces las tendencias surgen antes de la normativa porque responden a dinámicas globales. “En ese punto estamos, pero hay interés en reglamentar y buscar espacios sin lesionar a otros sectores”, comenta.
Así que mientras las reglas alcanzan la velocidad de los food trucks, móntese en esas cuatro ruedas y saboree el mundo desde un camión.