Medellín recibe este viernes a una de las principales orquestas de la salsa actual en el mundo, el grupo Los Hacheros, directo desde Nueva York. Junto a una muy conocida trompetista de la ciudad, Maité Hontelé, los artistas tocarán una noche de ritmos afrocaribeños en la discoteca Cha Cha Chá (Cra. 74 con 49B).
Palpitando esta nueva fiesta de la salsa en la capital antioqueña, EL COLOMBIANO tuvo la oportunidad de dialogar con Héctor “Papote” Jiménez, vocalista y líder de la orquesta neoyorquina. Con un éxito que escala de forma exponencial en el mundo y en los oídos del buen salsero, Los Hacheros logran mezclar lo mejor de lo típico con las influencias modernas para formar “guateque” de calidad. Como afirma este “nuyorican”, el grupo espera que la visita a Medellín sea la primera de muchas en una ciudad ya reputada y conocida para la salsa brava.
¿Ya habían visitado Colombia? ¿qué tal les ha ido?
“Nunca había venido a Medellín, pero ya conocía Cali, Tumaco, Buenaventura, Manizales, Pereira, entre otras ciudades. Mi primera experiencia en Colombia fue muy linda, en tierra caleña. Me recibieron con mucho entusiasmo puesto que tengo una canción que está pegada allá, muy conocida, que se llama “Temblequera”. Cuando yo llegué allá ya era conocido hace años. Es en cualquier caso la primera vez que visito San Andrés y Medellín en esta gira actual”.
¿Qué le han dicho de la capital antioqueña?
“Comentan que tiene un estilo similar a Miami, mientras que elogian la cultura, la cocina, las mujeres lindas. Nunca he conocido y estoy ansioso por verla”.
Usted, que nació en el año 84, ¿cómo toma la decisión de tocar salsa brava, sabiendo que creció en años en los que la continuidad de este género estaba puesta en duda por otros ritmos, e incluso por la salsa romántica y comercial?
“Mi principal influencia fue la de mis padres, porque desde chiquito me crié con la música antillana. Tenían un buen gusto. En mi casa se oía música de calidad, la Fania, son cubano, música jíbara de Puerto Rico, trova, en general ritmos del Caribe. Pero me crié con un sonido muy amplio, porque de mis hermanos también escuché la música estadounidense”.
Usted menciona Cuba, aunque sus padres son puertorriqueños radicados en Nueva York, ¿qué exactamente se oía de la isla?
“Se escuchaba al Benny Moré, Miguelito Cuní, el son, música trova en general. En este sentido y gracias a mi padre el espectro musical era amplio. Fue una bendición que yo tenía en la casa, que Dios me dio, de ponerme en ese momento a oir pura música buena”.
Para el lector que no los ha escuchado, o que apenas empieza a escuchar a esta generación actual de la salsa ¿cómo le definiría el sonido de Los Hacheros?
“Es fundamentalmente cubano. Nosotros no tenemos piano, tenemos tres, y el tres es cubano. Pero nuestro sonido cuenta con un deje a Nueva York y a Puerto Rico. Tratamos por tanto de poner todas esas influencias en una música antillana y contemporánea. Porque también incluimos sonidos eléctricos que aporten un estilo de breakdown. Para ejemplificar esto, recomiendo que escuchen el tema ‘Azúcar’, que tiene todos esos elementos”.
Otro tema como “Pilón” también puede ser ejemplo de la mezcla que ustedes hacen...
“Esa es composición mía y de Itai Kriss, el flautista. Yo le aporté bomba de Puerto Rico, y mezclamos con música cubana. La idea de ‘Pilón’ fue inventar algo, estábamos cortos de ideas. Me dijeron “¿Papote, qué tu puedes inventar ahora?”. Y yo respondí de momento con el coro “toma tu pilón para que puedas gozarlo”. Luego le pedí a Itai “métele un montuno ahí”. Y así fue que la compusimos (risas), son cosas de la naturaleza. Pero el elemento añadido que tuvimos ahí fue incluir un sonido anglo en la entonación de los soneos. Concretamente metimos melodías del R & B pero buscando que acoplaran a la música antillana”.
¿Ustedes son santeros? La pregunta es porque en su música tiene mucha presencia el tambor africano puro
“No soy santero pero tengo mi mano de Orula. Estoy en el camino de hacer mis cosas, y aunque no practico la santería estoy encima de la música que la rodea. Sé lo que es el tambor, los secretos de la magia del tres más dos y los ritmos africanos. Mantengo estudiando mucho eso y aprendiendo del tambor. Yo desde que tenía 10 años ya tocaba el tambor, y ahora como vocalista también aplico ese ‘tumbao’ en los soneos”.
Pasemos a un tema general sobre esta generación actual de la salsa en la que ustedes están. Ustedes son tal vez el principal referente de la salsa neoyorquina actual. En Puerto Rico llama la atención la Orquesta El Macabeo. En Virginia está Bio Ritmo. Tenemos La 33 en Bogotá, entre muchas otras. ¿Qué opina por ejemplo de estas orquestas que le mencioné?
“He tenido la oportunidad de oirlos a todos, y debo felicitarlos. Están defendiendo el son, la música. El género con ellos sigue viviendo y eso es lo que vale. Necesitamos más, más gente en esto, para que esta música perdure. Ruben Blades dijo una cosa muy importante hace casi una década: ‘la escena no está siendo auténtica’. Y eso me dolió mucho, me tocó, me sentí mal. Yo pensé, ‘él no sabe lo que está pasando, porque hoy en día hay gente que está defendiendo el son, músicos tremendos que le apuestan a la salsa gorda’. Y estas nuevas orquestas del mundo tienen mis respetos”.
¿Usted le pondría un nombre o apodo a este nuevo momento en la salsa, o el mérito de ustedes es saber que el camino de la salsa ya fue señalado por las leyendas de los 70 y 60?
“Lo único que puedo decir es que es una nueva revolución dentro de la salsa, con músicos y cantantes que poco a poco se están dando a conocer. Eso me hace orgulloso. En el mundo entero ya nos están escuchando y eso para mí es oro. Este es el movimiento de la salsa del milenio. En este sentido creo que Blades tenía razón. Hace más de una década el sonido de la salsa no era auténtico, pero ahora estos talentos nuevos, que no tuvieron grandes oportunidades comerciales, vienen de abajo gritando su talento y van a subir muy alto”.
¿Qué opinión tiene de un fenómeno musical caribeño actual como el reggaetón?
“Yo tengo mis propias opiniones sobre distintos géneros, pero los respeto. Si a mí me piden que aporte ritmos salseros a una mezcla con reggaeton, no tengo problema porque a mi me gusta compartir si hay talento. Hay un dicho que reza ‘tú te quedas con tu reggaetón y yo me quedo con mi son’, y en parte es cierto. Yo antes era muy cerrado frente al reggaeton y no quería saber nada de eso, pero ahora pienso que la música es para compartir. Si a mí me respetan yo respeto, y puedo dar apoyo para mezclas, pero solo si es música buena, si hay talento, y sobretodo si no es con grosería ni denigrando a la mujer.
¿Qué proyectos nuevos tiene?
“Estamos planeando junto a Pedro Martínez un trabajo que trabaje con boleros para adaptarlos a la rumba del tiempo actual, con influencias de jazz y también de otros rítmos afrocaribeños. Tendría un sonido neoyorquino”.
Recientemente Bobby Valentín recalcaba a EL COLOMBIANO la importancia del bolero entre la música del Caribe. La gente que sabe de la música caribeña reconoce ese valor que tiene...
“Sí. Hay que traer esa música de vuelta, pero intentando sacar un producto diferente. Hay que intentar cosas que en el pasado no se podían. Yo con los Hacheros y en general como sonero voy a intentar eso”.
Usted que con los Hacheros está hoy liderando la movida salsera en Nueva York, ¿qué nos podría decir del ambiente de la salsa en la Gran Manzana? ¿Cómo está todo actualmente?
“El ambiente en Nueva York no está muy bien. Estamos trabajando mucho con los Hacheros, gracias a dios. Pero hay una crisis muy fuerte, sobretodo por el negocio de los promotores. Muchos robando dinero, difamando y creando una mala atmosfera en la escena salsera local. Nueva York fue uno de los fortínes del rítmo, y ahora está así de mal. Pero lo que pasa ante eso es que los músicos nuevos estamos tomando la iniciativa y estamos gritando ‘¡basta ya! ¡estamos aquí y así sonamos!’”.
¿Podría decirse que Colombia es hoy día el centro de la salsa?
“Sí, por supuesto. Es la verdad y yo se la digo a cualquiera: Colombia es la capital de la salsa. Nadie puede decir ya nada en contra de eso. Si no fuera por ustedes los colombianos, nosotros no nos podríamos dar a conocer en el mundo. Es la realidad. Ustedes le están dando luz a los otros lugares salseros del Caribe”.
¿Ha pensado en grabar acá en Colombia con Los Hacheros o como sonero?
“Ya lo he hecho. Yo grabé en Cali con el maestro Julio Cortez un tema que se llama ‘Le dieron candela y más’, hace un año. Diego Galé me quiere conocer porque está buscando grabar un proyecto con diferentes cantantes, así que vamos a ver que pasa”.
¿Qué le diría al público paisa que va a ver los Hacheros?
“Que yo estoy loco por cantar allá y brindar mi talento. Les digo que se diviertan. Yo por mi parte iré con la mente clara y suave con el ron (risas)”.