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Luis7Lunes y Maco Maat riman para sanar
Luis7Lunes y Maco Maat crecieron haciendo rap, no viven de él, pero a él le agradecen hasta su amistad.
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Maco Maat (arriba izquierda) y Luis7Lunes (derecha y abajo) salían del colegio a crear rimas. FOTO cortesía - Santiago Mesa Rico -
02 de noviembre de 2019
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Una convicción dicta el rap que hacen Luis7Lunes y Maco Maat, es un principio simple: que las opiniones de la gente no dicten el rumbo de sus canciones. “Si te dejas modelar por lo que alguien dice de tu arte, hasta ahí llega el conocimiento como artista”, dice Luis7Lunes.
Cada uno lleva su carrera por separado, un estilo. Maco es un poco más oscuro, Luis ligeramente más optimista. Empezaron a rapear juntos en la adolescencia. No se toparon con la música en la calle, como tantos otros raperos, la encontraron a través del otro. El género era el punto en común que alimentaba sus conversaciones cuando se conocieron en el colegio.
Ninguno de los dos vive de eso (todavía) ni es su único plan de vida. Luis es médico y se está especializando en psiquiatría, mientras Maco estudia psicología, pero sin el género no se imaginan la vida.
Después de más de una década de complicidad y de lanzar proyectos en solitario como El Armador del Sol de Luis7Lunes y Realismo Sucio de Maat, se animaron a hacer un disco juntos: Un Ep de Maat. Es un trabajo que de alguna manera representa las críticas y las recomendaciones que le hacía uno al trabajo del otro desde que tenían 15 años. Es una despedida a su estudio casero: Maat, donde grabaron proyectos por su cuenta.
“Fue un sitio donde fuimos a hacernos mejores, a pulirnos”, concluye Luis, aunque nunca habían sacado un disco a nombre de los dos. “El Ep llegó porque los dos nos encontramos en el momento en el que sabíamos cómo queríamos decir las cosas”, añade.
Un suspiro largo
En este trabajo hay seis canciones cuyos beats fueron creados por Vic Deal, quien incluso participa en la canción 5 Millones, tema que abre el disco. Rapean sobre la constancia, de lo que pasaría si se le da la prioridad al dinero sobre la música, límites propios, de los pensamientos que se pasean entre la cabeza y cómo Medellín es “un suspiro largo, porque parece que tuviera cosas surrealistas. Es paradójico cómo una sociedad tan influenciada por la narcocultura es tan gentil con el otro”, dice Luis.
¿Para qué la música?
Ambos cuentan que no hacen rap para agradar. Lo tratan de hacer mejor cada vez, pero no para un público, un crítico, ni para otro rapero. “Nunca buscamos hacer de esto un negocio”, destaca Maco Maat.
No salen a decir cualquier cosa para ser tendencia, para ellos esto es de respeto porque los ha ayudado a entender quiénes son. “Es más la necesidad de hacer terapia y en el rap encontramos la mejor manera para hacerlo”, dice.
“El arte tiene ese propósito catártico, de sanación”, añade Luis. “Permite hacerse preguntas sobre uno mismo”. Por eso no lo dejan de lado, a pesar de sus otras labores. De hecho, a Luis le sale más fácil cuando tiene la mente activa y trabaja. Aunque no es que se le ocurran barras en medio de una consulta médica.
Ahora, Luis y Maco hacen parte de Afterclass Records, junto a Vic Deal. Esperan que 2020 sea un año cargado de proyectos para los tres.
Maco tiene un disco que viene el próximo año, Soberano. Por ahora, Luis7Lunes se presentará en el Ritual Fest de Alcolirykoz el 14 de diciembre en el Estadio Cincuentenario.
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