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Él dirige a los cornos en la Filarmónica de Berlín y tocará en Medellín
Stefan Dorh visita Colombia por primera vez e interpretará como solista el Concierto para Cornos No. 1 de Strauss este sábado.
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Desde hace 26 años, Stefan Dorh está en una de las orquestas más importante del mundo. También tiene un amplio recorrido en la música de cámara y como solista. FOTO cortesía Filarmed
02 de agosto de 2019
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Cuando Richard Strauss tenía 18 años, compuso el Concierto para cornos No. 1. Su padre y su primer docente musical, Franz Strauss, tocaba el corno (ese instrumento de viento, de la familia del oboe) y le enseñó a crear música desde muy joven. “Desde ese momento se escucha su genio detrás”, explica Stefan Dorh, el corno principal de la Filarmónica de Berlín, sobre esa obra que interpretará como solista este sábado con la Filarmed en el Teatro Metropolitano.
Al igual que Strauss, Dorh empezó muy joven. A los 19 años debutó como corno principal de manera profesional con la Ópera de Frankfurt. Desde los 10 años empezó a tocar el corno bajo la dirección del maestro Wolfgang Wilhelmi, aunque antes de este instrumento de viento experimentó con la viola.
“Pensé que nunca podría volverme un miembro de la Filarmónica de Berlín, pero afortunadamente, lo logré”. Audicionó a los 28 años para ser el corno principal de la que actualmente es la segunda mejor orquesta del mundo, según la revista Gramophone. Al principio lo hizo para luego no arrepentirse de no haberlo intentado, pero lo logró.
Vio al grupo por primera vez cuando hacía parte de la Orquesta Estudiantil de Alemania (German Student Orchestra) y tuvo que ensayar en Berlín y ver a la Filarmónica era un paso obligado. Esa vez, los escuchó bajo la dirección del checo Rafael Kubelík y quedó pasmado, emocionado. Años luego, cuando se presentó, no había caído en cuenta de que realmente podía convertirse en su próximo trabajo. Y así fue.
25 años en esa escuela
Aún sin haber llegado a los 30 ya ocupaba una de las sillas en esa magna orquesta alemana. Ya cumplió más de dos décadas allí, en uno de esos puestos soñados por tantos músicos alrededor del mundo. Trabajó bajo la dirección de Claudio Abbado y Sir Simon Rattle, ambos muy distintos maestros y dos de los más grandes directores que ha tenido la de Berlín.
Aún así, siente que no para de aprender. Para él, alcanzar ese reto de la Filarmónica, “no te hace alcanzar el nivel de la orquesta todavía”. Llegar al Olimpo no lo hizo infalible. “Tienes que incrementar tu nivel todo el tiempo, desarrollar tu personalidad en la música. Todavía es muy retador”.
Eso de encontrar una personalidad propia en la música, según Doht, implica reaccionar con velocidad ante lo que sucede en un concierto y también “mejorar todo el tiempo”. Cree que aún lo que le cuesta más es dominar las dinámicas, que en palabras simples se refiere a la intensidad del sonido que produce con el corno.
En su paso por Medellín se detuvo a dar una clase maestra en la Universidad de Antioquia y dejó varias recomendaciones, entre ellas que “los músicos se escuchen a sí mismos porque en algún punto serán sus propios maestros”.
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