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Obra, basura o desayuno, lo incompresible del arte contemporáneo

El caso de un banano que era parte de una exposición y alguien se lo comió no ha sido el único en el que el de arte ha resultado tan confuso que ha pasado hasta por basura.

  • Los espectadores de la obra Comediante. Foto Getty.
    Los espectadores de la obra Comediante. Foto Getty.
  • El artista británico Damien Hirst posa sobre su obra de arte en su exhibición titulada “No Sense of Absolute Corruption” en la Galería Gagosian. Foto Catherine McGann/Getty Images.
    El artista británico Damien Hirst posa sobre su obra de arte en su exhibición titulada “No Sense of Absolute Corruption” en la Galería Gagosian. Foto Catherine McGann/Getty Images.
03 de mayo de 2023
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Un orinal fue escogido como la obra arte más significativa e influyente del siglo XX. La pieza de Marcel Duchmap titulada La fuente fue considerada la más revolucionaria del siglo pasado por desafiar la naturaleza misma del arte, de lo que se supone que es.

“¿Qué es el arte? Si lo supiera, tendría buen cuidado de no revelarlo”, dijo el pintor español Pablo Picasso, y al parecer hay muchos más que tampoco saben que es, entre ellos el joven Noh Huyn-soo, que se comió un banano que hacía parte de la obra Comediante del artista italiano Maurizio Cattelan.

El joven despegó el banano, que estaba pegado a una de las paredes del Museo de Arte Leeum, y después de comerlo pegó de nuevo la cascara. Luego explicó a medios de su país que se había comido la fruta por el hambre que tenía, pues se había saltado el desayuno.

Pero Noh Huyn-soo no es ni el primero ni el único confundido con el arte. El año pasado una mujer mayor robó una chaqueta que estaba expuesta en el Museo Picasso de París. La mujer pensó que prenda, que hacía parte del trabajo titulado Old Masters, del artista catalán Oriol Vilanova, había sido olvidada por un visitante del museo y decidió llevársela. Cómo no era de su medida, la envió a una sastrería para que le hicieran los ajustes necesarios. La obra fue recuperada unas semanas después, cuando la mujer de 70 años volvió al museo y fue reconocida por los guardias de seguridad.

Algo parecido sucedió en el Museo Bolzano de Milán, donde una empleada de la limpieza limpió por error una obra de las artistas : Sara Goldschmied y Eleonora Chiari. La obra, denominada ¿Dónde vamos a bailar esta noche?, consistía en un cúmulo de botellas de licor y otros desperdicios de una fiesta pasada, de ahí que la mujer hubiera metido todo en bolsas de basura.

Lo mismo sucedió en Londres, en la galería Eyestorm, donde un empleado tiró a la basura una obra del artista británico Damien Hirst, pues tampoco entendió lo artístico de la obra. Cómo la empleada del museo de Milán creyó que el arte era basura, pues la obra estaba compuesta de botellas de licor, tazas de café y ceniceros repletos.

El artista británico Damien Hirst posa sobre su obra de arte en su exhibición titulada “No Sense of Absolute Corruption” en la Galería Gagosian. Foto Catherine McGann/Getty Images.
El artista británico Damien Hirst posa sobre su obra de arte en su exhibición titulada “No Sense of Absolute Corruption” en la Galería Gagosian. Foto Catherine McGann/Getty Images.

Pero no todo es confusión. La obra Tres figuras de la artista soviética Anna Leporskaya fue intervenida por el guardia de seguridad encargado de custodiarla. El hombre de 60 años dijo que para sobrellevar el aburrimiento que le produjo su primer día de trabajo, tomó un lapicero y le añadió rostro a las siluetas inexpresivas de la artista.

La pregunta por el arte no es menor, pues a veces resulta tan confuso y tan incomprensible que pasa por basura. La crítica mexicana Avelina Lésper, incluso escribió un libro al respecto, titulado El fraude del arte contemporáneo.

En una entrevista con la revista Diners, al respecto del libro, Lesper dijo: “Vas a una feria de arte y te puedes encontrar desde periódicos arrugados, tapetes para limpiarse los pies, platos rotos, cajas de computadoras, cualquier cantidad de basura, y todo está en venta, ¡de verdad, es el sueño del marketing! Jamás los economistas se imaginaron un sistema de mercado en el que iban a ser capaces de vender, con gran valor y en contra de la oferta y la demanda, objetos que estaban a punto de ser desechados o que carecían por completo del valor representativo que tienen en el precio”.

Arte, basura o desayuno, el arte depende de quien lo ve.

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