Que las nuevas generaciones sepan que Guillermo Cano Isaza, Luis Carlos Galán, Jaime Garzón y otras personas expusieron sus ideas con tal coherencia y verticalidad, que dieron la vida por ellas. Fuerzas oscuras las sacaron del medio.
Esta es la idea que tiene la periodista Ana María Cano sobre el propósito del Homenaje a Guillermo Cano Isaza y, en cabeza suya, un llamado a defender la libertad de prensa.
Cano Isaza era director del diario El Espectador cuando fue asesinado por sicarios al servicio del narcotráfico.
Por eso ayer, Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, declarado por la ONU, se realizó en Bogotá el certamen titulado Guillermo Cano: Humanismo, Coraje e Independencia. 30 años de impunidad.
Actividades artísticas, conversatorios y el acto simbólico de firma de un Manifiesto por la Libertad de Prensa se efectuaron en tal ceremonia.
Así se recordó, no solo el nombre de ese periodista, sino el de muchos otros cuya voz ha sido silenciada.
Según datos de la Fundación para la Libertad de Prensa, 152 periodistas han sido asesinados por razones de su labor, desde 1977 hasta 2016.
Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, en un comunicado, instó a la Fiscalía General de la Nación y a las autoridades judiciales de Colombia a fortalecer los mecanismos de investigación que conduzcan al esclarecimiento de las amenazas y los homicidios contra periodistas y a la imposición de sanciones que contribuyan a disminuir la impunidad.
La SIP reiteró al fiscal general de la Nación que avance en la priorización de casos emblemáticos, entre ellos el de la investigación del crimen de Guillermo Cano Isaza, asesinado en 1986.
“El asesinato de periodistas es una censura y una amenaza a la libertad de expresión —considera Ana María Cano—. Es la forma como los violentos y guerreros se han ensañado contra los comunicadores para tratar de que no haya palabras que expresen la guerra”.