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Ruby Rumié, la artista cartagenera que retrata el Caribe y expondrá pronto en Nueva York

Actualmente tiene dos exposiciones en Cartagena: La Caída, en el Museo de Arte Moderno de la ciudad y Nosotros, 172 años después en NH Galería, obra que expondrá en la capital del mundo desde el 11 de mayo.

  • La cartagenera Rumié se ha dedicado a estudiar y retratar problemáticas sociales como la gentrificación, el abuso a las mujeres y ahora, la indiferencia humana y la identidad del caribe colombiano. FOTO: Cortesía
    La cartagenera Rumié se ha dedicado a estudiar y retratar problemáticas sociales como la gentrificación, el abuso a las mujeres y ahora, la indiferencia humana y la identidad del caribe colombiano. FOTO: Cortesía
  • Una de las puestas en escena de Ruby Rumié en Cartagena. FOTO: Cortesía
    Una de las puestas en escena de Ruby Rumié en Cartagena. FOTO: Cortesía
  • La representación de la caída de una de las palomas. FOTO: Cortesía
    La representación de la caída de una de las palomas. FOTO: Cortesía
  • Una de las participantes con cangrejos azules en su cuerpo. FOTO: Cortesía
    Una de las participantes con cangrejos azules en su cuerpo. FOTO: Cortesía
  • El coreógrafo Wilfran Barrios con su corona de guandú y achiote. FOTO: Cortesía
    El coreógrafo Wilfran Barrios con su corona de guandú y achiote. FOTO: Cortesía
  • En esta exposición de NH Galería en Cartagena la artista exhibe 117 fotografías. Los precios de las obras oscilan entre 6.000 y 12.000 USD. FOTO: Cortesía
    En esta exposición de NH Galería en Cartagena la artista exhibe 117 fotografías. Los precios de las obras oscilan entre 6.000 y 12.000 USD. FOTO: Cortesía
27 de marzo de 2023
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Al taller de la artista cartagenera Ruby Rumié se entra con los pies descalzos. Queda en un callejón estrecho del barrio Getsemaní en Cartagena, en el que cuelgan sombrillas coloridas como adornos que dan sombra al sol abrasador que sale en horas de la tarde en La Heroíca. El barrio es reconocido por sus murales artísticos y, mientras se llega al estudio de la artista Rumié, se pueden ver otros artistas urbanos que lo pintan cada vez más. Llenan el barrio de color.

En un punto del callejón, una puerta se abre y Ruby Rumié aparece. Tiene una camisa holgada rosa, un pantalón blanco como su piel, los ojos claros, el cabello rubio (adjetivo que da origen a su nombre Ruby, porque antes se llamaba de otra manera) y una sonrisa que le da la bienvenida a las personas que conocerán su estudio y su obra.

La escucharán hablar sobre su recorrido artístico, principalmente sus obras actuales que son La Caída y Nosotros, 172 años después que se exponen en este momento en Cartagena, en el Museo de Arte Moderno y en NH Galería, respectivamente.

Antes de que las personas entren a conocer su obra, los recibe con una personalidad cordial y dice que a su estudio no se suele entrar con zapatos pero que no es necesario que se los quiten. Ella no los tiene puestos y deja ver sus uñas pintadas de rojo, por lo que la mayoría de visitantes la imitan y se quedan con sus pies descalzos. El suelo de su estudio está frío, lo que las personas agradecen porque descansan del calor intenso que hace afuera.

Sus dos exposiciones actuales estarán en Cartagena hasta el 30 de marzo y luego, la segunda mencionada viajará hasta la Galería NH en su sede de Nueva York, donde las personas podrán conocer su obra.

La caída, obra que surge de la desgracia de una paloma

Esta obra que se trabajó durante 2019 y atravesó la pandemia, exhibe en distintos formatos artísticos como el dibujo, la pintura, el lenguaje cinematográfico y una puesta en escena, la caída y muerte de una paloma (o cientos de ellas), inspirándose en una experiencia real que le ocurrió en 2018 y la conmovió.

“Estaba saliendo del barrio (Getsemaní) y en una esquina de la calle de Lomba observé cuando un carro atropelló a una paloma. Cae en mis pies y el mundo, las personas, sigue como si nada hubiese pasado. Yo me la traje para mi taller y empecé a dibujarla y tomarle fotografías”, recuerda Ruby en su estudio.

Este escenario de la paloma accidentada y la indiferencia de las personas ante su muerte, le recordó al cuadro Paisaje con la caída de Ícaro, que pintó en 1554 el pintor Pieter Brueghel el viejo. Una obra que narra la tragedia de Ícaro, que se ahoga en el mar mientras los otros se ocupan de sus asuntos, indiferentes a la tragedia. El labrador continúa labrando a pesar de que un hombre está muriendo cerca de él. Lo mismo que ocurrió con la paloma en 2018.

En el Museo de Arte Moderno de Cartagena se encuentra esta completa obra compuesta por varios formatos, que narran una y otra vez la caída del ave. Uno de los momentos principales de la exhibición es la puesta en escena de 500 palomas muertas que Ruby formó con tela “como un taxidermista” con apoyo de otros artistas, entre los que destacan algunos antioqueños.

Una de las puestas en escena de Ruby Rumié en Cartagena. FOTO: Cortesía
Una de las puestas en escena de Ruby Rumié en Cartagena. FOTO: Cortesía

En esta puesta en escena las palomas están dispuestas en el suelo con su cuello quebrado, muertas. Algunas en posición hacia arriba y otras hacia abajo. Ninguna tiene ojos. En uno de los espacios en el que están las palomas, también hay un gran reloj al que se le mueven las manecillas, como un símbolo de que el tiempo no se detiene.

“En una época donde la aceleración de la vida contribuye a la desorientación, la competencia y el consumo desmedido, la caída de la paloma para este proyecto simboliza la ruptura de los lazos afectivos del ser humano consigo mismo, su comunidad, memoria y entorno. Ante este tiempo de la inmediatez es imperativo encontrar momentos de pausa para permitir que las experiencias cotidianas de la vida nos atraviesen y así percatarnos del coraje que implica conmovernos”, escribe para su exposición.

También recuerda algo que cuenta la poeta Chantal Maillard. Un día el poeta Valmiki, mientras caminaba a la orilla del río, vio una pareja de garzas sobre la rama de un árbol. En un instante el macho cayó traspasado por la flecha de un cazador y del impacto, la hembra emitió un grito tan desgarrador que atravesó al poeta.

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Eso era lo que Ruby Rumié quería. Que del accidente de una paloma las personas puedan percatarse, conmoverse. Ella hizo ruido y puso a caer 500 de ellas en las calles de Cartagena como un performance, que quedó registrado en su video exhibido también en la exposición.

Ruby Rumié dice que le gustaría exponer esta y su otra obra en algún momento en Antioquia, que es visitante frecuente de Medellín y que para sus trabajos ha colaborado con varios antioqueños.

La representación de la caída de una de las palomas. FOTO: Cortesía
La representación de la caída de una de las palomas. FOTO: Cortesía

Nosotros, 172 años después

La última obra de Ruby Rumié es esta que se exhibe en NH Galería y viajará pronto a la sede Nueva York. Son 117 fotografías en las que Rumié retrata a personas del caribe (y de algunas otras regiones) con su alimento favorito del caribe, en una relación sujeto-comida.

Su obra surge luego del interés de Rumié por investigar y conocer más sobre la historia del Caribe y los colombianos. En su labor se encontró con La Comisión Corográfica propuesta por Tomás Cipriano de Mosquera y liderada por el italiano Agustín Codazzi que permitió a Colombia conocerse como país entre los años 1850 - 1859.

En el estudio hubo redactores y artistas que pintaron y retrataron a los habitantes de las distintas regiones de Colombia y Ruby estudió algunas de las láminas de este proyecto, 151 en total. Aunque se dice que fueron más de 400 láminas, las que reposan en la Biblioteca Nacional de Colombia son estas que observó la artista.

”En la investigación dividí estas láminas por regiones y me encontré que ninguna de ellas era del caribe colombiano. En nuestro primer álbum como país independiente, luego de que pasamos de la Nueva Granada, no hay ninguna representación del caribe”, explica Ruby.

Luego de darse cuenta de esto, Rumié sintió la necesidad de hacer algo y comenzó a borrar a los personajes de las láminas originales desde Photoshop y comenzó a invitar a su estudio a las personas que retrataría con su alimento favorito.

El proyecto reúne a cien personas de la región Caribe que, en medio de sus particularidades, comparten la pasión y el compromiso por sus oficios, y expresan de manera especial el gusto y valor que sienten por la gastronomía de esta región, al ser uno de sus elementos culturales más relevantes.

Una de las participantes con cangrejos azules en su cuerpo. FOTO: Cortesía
Una de las participantes con cangrejos azules en su cuerpo. FOTO: Cortesía

—¿Por qué la presencia del alimento en este trabajo?

—Llego al alimento porque en el siglo XIX, tanto los grandes intelectuales como Francisco José de Caldas, decían que el clima como los alimentos influían en el carácter de las personas. La relación de la comida con otras creencias también era interesante de notar. Por ejemplo, mi papá era psiquiatra y decía que los patacones embrutecían. Él se murió pensando eso y es muy triste. Con este trabajo me interesa conciliar a las personas más que dividirlas.

Ruby dice que en su trabajo le interesa la horizontalidad. La comida une a las personas y pone en conversación realidades diferentes. “Me interesa cuando dos personas de dos clases sociales distintas les gusta el mismo alimento, por ejemplo. En esta ciudad comemos lo mismo, las hojas del plátano maduro, la carne negrita, el patacón y aún así somos una sociedad muy dividida”, dice la cartagenera.

El coreógrafo Wilfran Barrios con su corona de guandú y achiote. FOTO: Cortesía
El coreógrafo Wilfran Barrios con su corona de guandú y achiote. FOTO: Cortesía

A la cartagenera le interesa también con este trabajo la discusión sobre las rotulaciones (reducción de competencias sociales y habilidades de las personas por lo que creen de ellas) y la identidad del caribe.

“En Latinoamérica nos tragamos las etiquetas que otras personas impusieron en nosotros, de quienes somos. A veces salgo de aquí y veo a las personas con malas costumbres, con ruido, desorden y me responden ‘nosotros somos así’, ¿así cómo?, les digo. Yo quiero que los jóvenes sepan que pueden ser alguien en la vida. ¿Cuándo vamos a empezar a modificar nuestra manera de construirnos?”, expresa.

La artista dice que la única manera de responder esta pregunta es acallando el ruido, comenzar a reflexionar sobre “nosotros mismos”.

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Uno de los invitados a participar del proyecto fue el periodista cordobés Juan Gossaín, quien le habló a Ruby sobre la evolución del mote de queso.

También recuerda a Wilfran Barrios, coreógrafo, quien escogió de alimento el guandú (frijol) y el achiote y quiso llevar este alimento como una corona. Él decía que seguramente sus ancestros llevaron semillas escondidas en la cabeza para cuando se escapaban buscando la libertad.

Para las fotografías, Rumié mandó a hacer diversos trajes blancos (porque no le gusta mucho el color en sus obras) y los personajes escogían el traje que más les gustaba.

Ruby Rumié en su estudio tiene una puesta en escena, que es la que usa para retratar a las personas. Están las luces, una silla vacía y de fondo, un paisaje que pertenece a una de las láminas de La Comisión Corográfica.

Tiene varias cajas en las que guarda los alimentos con los que trabaja y algunos de ellos huelen dulce. Rumié se emociona con sus olores, con la diversidad de los alimentos del Caribe. Pero en su estudio hay también libros, sombreros, cuadros. Esta es solo una parte de Rumié.

En esta exposición de NH Galería en Cartagena la artista exhibe 117 fotografías. Los precios de las obras oscilan entre 6.000 y 12.000 USD. FOTO: Cortesía
En esta exposición de NH Galería en Cartagena la artista exhibe 117 fotografías. Los precios de las obras oscilan entre 6.000 y 12.000 USD. FOTO: Cortesía

Sobre la artista

Nacida en Cartagena de Indias, Rumié realizó estudios de pintura, dibujo y escultura en la Escuela de Bellas Artes (1980- 1982). Desde 1989 hasta 1996 trabaja la pintura hiperrealista. Luego rompe con la academia y se encamina hacia un trabajo con un claro enfoque hacia la problemática social, patrimonial y territorial, cuestionando el compromiso del artista dentro de la sociedad.

Ha realizado importantes exposiciones en Colombia, Chile, Estados Unidos y Francia. Con Nohra Haime Gallery en New York y NH Galería en Colombia ha expuesto Hálito Divino y Tejiendo Calle. Participó en Art Paris y en la Primera Bienal de Arte Contemporáneo de Cartagena de Indias con la obra Lugar Común. Beca The Rockefeller Foundation Bellagio Center. Ganadora del Premio Women Together de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) por su trabajo antropológico, social y artístico. Numerosos artículos sobre su obra han aparecido en publicaciones importantes nacionales e internacionales.

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