viernes
7 y 9
7 y 9
A 94 días para el inicio de la edición 107 del Tour de Francia, esta carrera, la más prestigiosa del ciclismo, se convierte en el último gran evento del calendario mundial que se mantiene en su fecha programada pese a la amenaza del coronavirus.
Debido a esta crisis sanitaria, la cual hasta ayer sumaba unos 21.000 muertos en 187 países, más de 1.300 de ellos en Francia, ya se aplazaron importantes eventos mediáticos como la Eurocopa y la Copa América de fútbol y antier los Juegos Olímpicos de Tokio.
La pregunta que se antoja y que la repiten, una y otra vez, ciclistas, directores deportivos y aficionados es: ¿Hasta cuándo resistirá la presión la Grande Boucle, la competencia que tiene como último campeón al colombiano Egan Bernal?
Su celebración, que iniciaría en Niza el 27 de junio y terminaría el 19 de julio en París, no se descarta, y más con las declaraciones que dio ayer la ministra de Deportes francesa, Roxana Maracineanu, quien indicó que es “imaginable” organizar la prueba sin público.
Bernal, en declaraciones a RCN radio, dijo que sería bueno, si el tema del covid-19 se controla, que se disputara el certamen, pero no en la programación vigente. “Tenemos que tener en cuenta que no muchos corredores van a llegar en la condición real al Tour si se realiza en las fechas actuales. Muchos no podemos entrenar, hay algunos de países como Bélgica e Inglaterra entrenando, por eso no sería la mejor situación que lo hicieran en las mismas fechas”.
Por su parte, el exciclista colombiano Fabio Parra, tercero en el Tour de 1988, expresa que “Lo que tiene que primar es la seguridad de las personas. Si ya varias disciplinas, federaciones y comités suspendieron sus eventos, no veo por qué los organizadores del Tour no lo han hecho también. Como no se ve una solución rápida, lo mejor es posponerlo o no hacerlo”.
En 2019, según datos estimados por los organizadores de la competencia, 11 millones de espectadores, el 20% del extranjero, estuvieron a orillas de las carreteras presenciando el paso de la prueba rutera.
Además, en el recorrido de 3.365 km, distribuido por 37 departamentos, la caravana publicitaria, compuesta por 600 personas, entregó 15 millones de objetos. Tiene tanta acogida que, durante su trayecto, unos 29.000 militares y policías velan por la seguridad de la carrera, convertida en un fenómeno social y deportivo.
“Todo es imaginable. Ya lo hemos hecho con otras competiciones. No tiene el mismo impacto ya que el modelo económico del Tour no reposa sobre la billetera como es el caso de los partidos de fútbol y rugby”, afirmó la ministra en France Bleu radio.
“Pienso que todo el mundo es consciente con respecto al período de confinamiento que atravesamos y se han comprendido las razones y los beneficios que eso puede aportarles a todos, quedándose en casa y privilegiando más el espectáculo televisado. No sería por tanto tan penalizador ya que podría seguirse por la pantalla”, añadió la ministra