A falta de nueve etapas para la conclusión del Tour de Francia, Nairo Quintana (Movistar) restó ayer sus opciones de ganar su primer título del Tour de Francia y, de paso, quedar como lo hizo en sus anteriores presentaciones en el podio.
Los más de dos minutos que cedió ayer en la meta de la jornada 12 entre Pau y Peyragudes, sumado a lo que perdía, fue el augurio de su agotamiento.
La otra cara de la moneda la vive Rigoberto Urán (Cannondale), que no estaba en los cálculos de los especialistas pero quien con un excelente nivel, sumado a su vasta experiencia, pone a tambalear a los favoritos.
“Con la victoria de etapa (la novena en Chambéry) gané en confianza”, dijo Urán al agregar que su buen rendimiento no obedece a una sorpresa sino a una gran preparación.
“El equipo sabía que estaba bien, que había entrenado”, indica el antioqueño, quien meses antes, cuando anunció que no estaría por sexto año seguido en el Giro -subcampeón en 2013 y 2014- dio un aviso de lo que se jugaría en la cita francesa. “Voy con todo, ya sea a disputar etapas, a ayudar al equipo o a buscar la general”.
Su gran planificación se aprecia en su posición actual del Tour. Es cuarto a 55 segundos del nuevo líder, el italiano Fabio Aru (Astana), que junto a Urán y el local Romain Bardet (Ag2r), ganador ayer de la etapa reina de los Pirineos, supieron esperar el momento preciso para atacar al Sky del británico Chris Froome, desbancarlo del primer lugar y dejar al descubierto que la escuadra británica no es tan sólida como parece.
Nairo, sincero
Pero si Froome, tres veces campeón de esta prueba, mostró debilidad -al final- subiendo a la meta en Peyragudes, su gran rival en los últimos años, el boyacense Quintana, reconoció que esta vez no está a la altura para luchar por el título, luego de ser subcampeón en 2013 y 2015 y tercero en 2016.
¿El desgaste que hizo en el Giro y en el que fue segundo le pasó factura... tanto kilómetro encima le está cobrando?
El desfallecimiento frente a sus oponentes, una imagen que pocas veces se ve en él, y sus palabras así lo confirman.
En total, Nairo suma 9.080.85 km este año; Aru tiene encima 6.143.2; Froome, 5.882.2; Bardet, 7.385.2 y Urán 6.898.95.
“Luchamos pero las fuerzas no nos acompañan. Las apuestas se ganan o se pierden y esta vez no hemos ganado como queríamos. Tendremos tiempo para prepararnos mejor y llegar en mejores condiciones”, dijo el escarabajo, que no descarta ganar etapa en esta edición.
“Puede ser el sobresfuerzo, el Giro fue rápido y gastamos mucho. Puede ser la preparación, es la primera vez que corro Giro y Tour. Esperábamos acertar pero nos equivocamos”.
Quien descubrió a Quintana, el entrenador español Vicente Belda, pronosticó, cuando el corredor disputaba la prueba italiana en mayo, que era arriesgado intentar hacer el doblete.
Decía que los buenos ciclistas realizan solo dos picos de alto rendimiento en una temporada. “Para el Tour, luego del desgaste realizado, Nairo afrontará su tercer pico, y su rendimiento podría estar solo en el 70%. Los organismos de cualquier deportista necesitan entrenar y competir, pero también requieren tiempo para descansar”.
Nairo asegura que en 2018 centrará la temporada en preparar la ronda gala, su prioridad anteriormente.
Mientras tanto, su colega Urán impone respeto ante los llamados favoritos. Con una soberbia demostración de velocidad, fuerza e inteligencia sueña para seguir escalando en la general. Está a 30 segundos del tercer ubicado, el local Bardet. “Estoy contento. Todos los días hay una nueva oportunidad. Se hace difícil cuando hay un equipo como Sky que a falta de 15 km de la meta su líder siempre está con tres corredores. Hay que esperar un poco y saber atacar en el último momento”, indica Rigoberto.
Hoy tendrá otro reto de altura, con una fracción corta, de 101 km entre Saint-Girons y Foix, pero con tres premios de primera categoría que promete otra batalla entre los candidatos .