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Lo que viene haciendo Fernando Gaviria en el ciclismo de alta competencia alegra e ilusiona.
El corredor paisa, el segundo colombiano con más victorias profesionales (50, a una de Nairo Quintana), y quien debido a lesiones y enfermedades en los últimos cuatro años no logró desplegar todo su potencial en el equipo UAE como estaba acostumbrado en el Quick-Step, vuelve a impresionar con su nivel, pese a que no cuenta con un tren de lanzamiento en el Movistar español.
Este martes, luego de un embalaje largo y de resistencia, el nacido hace 28 años en el municipio de La Ceja, perdió, por media rueda o menos, el primer lugar de la segunda etapa de la Tirreno-Adriático (Italia), de 210 kilómetros entre Camaiore y Follonica, donde finalmente se impuso el neerlandés Fabio Jakobsen (Soudal Quick-Step). Segundo terminó el belga Jasper Philipsen (Alpecin) y tercero Gaviria. Por su parte, el otro velocista criollo en competencia, el boyacense Juan Sebastián Molano (UAE) cruzó la meta en el quinto lugar.
Jakobsen logró su segundo triunfo de la temporada con un registro de 5 horas, 6 minutos y 33 segundos. Fue su primer festejo en su historial en la denominada carrera de los dos mares, en la que se mantiene como líder el italiano Filippo Ganna (Ineos), luego de ser el más veloz el lunes en la jornada contrarreloj. El mejor representante nacional en la clasificación general es Santiago Buitrago (Bahrain), 34°, a 1.10.
Desde su llegada al Movistar, Gaviria ha mostrado un notable cambio. De hecho, en la Vuelta a San Juan ganó etapa y en el reciente UAE Tour fue segundo en una fracción.
El sprinter, quien se prepara para disputar el Giro de Italia desde el próximo 6 de mayo, espera tener revancha en la Tirreno-Adriático, prueba en la que ya celebró en las ediciones de 2016 y 2017.
Este miércoles, en la tercera jornada, se recorrerán 216 kilómetros entre Follonica y Foligno.
Periodista del área de Deportes