Cuando su vida empieza a retomar la normalidad tras el confinamiento por la pandemia del coronavirus, Juan David Suárez echa una mirada atrás y confiesa que las rodadas del Clásico EL COLOMBIANO, que se empezaron a realizar los días miércoles, “fueron una bendición” para él y su grupo de amigos.
“Ese programa nos sacó del aburrimiento durante la cuarentena, en la que no encontrábamos mucho por hacer. Esperábamos con ansiedad ese momento agradable”, relata este deportista que mañana apagará 39 velitas en su cumpleaños.
Dice que a pesar de que los encuentros virtuales son entre semana, ellos los toman muy en serio y se volvieron competitivos, pues cada vez intentan un mejor desempeño y acercarse a los demás participantes que llevan más tiempo en el ciclismo.
Igual, la exigencia les ha permitido lograr un estado de forma importante, como lo ha comprobado Juan David en recientes salidas a carretera.
Una pasión
Este ingeniero de producción, egresado de Eafit y vinculado hace 15 años a Sofasa, donde es jefe de proyectos, cuenta que hace cuatro años tuvo su primer contacto con la bicicleta de ruta.
Es triatleta, disciplina en la que ha actuado en los ironman de Cartagena-2016, Miami-2017 y Punta del Este-2019. Agrega que en cada uno ha mejorado, “gracias al entrenamiento y la dedicación”.
Los partidos de fútbol amateur son parte de su pasado, pues hace 10 años un compañero lo invitó a trotar y le gustó. Luego comenzó la goma por las ciclas todoterreno hasta llegar al triatlón, pues también encontró espacios para practicar natación en el club Brazadas de San Lucas y en las piscinas del Inder.
El duatlón también ocupa parte de su agenda y máxime ahora que, dice, “estoy volando”, después de ganar fondo en los Miércoles del Clásico.
Narra que anda feliz batiendo récords personales en los recorridos que hacía antes de la pandemia. Como testigos están Paola Acosta y todo el combo con el que ha ido recientemente a Barbosa, Las Palmas y las carreteras de La Unión y La Ceja.
Para dentro de 15 días están programando un duatlón y luego una triatlón (media distancia) a finales de noviembre, por lo que cumple con juicio los entrenamientos diarios de hora y media, que se incrementan a tres y cuatro los fines de semana.
Su esposa Catalina, con la que se casó hace seis años y también es deportista (baile), lo motiva a mantenerse activo y a no bajar la guardia.
“Montar en cicla y hacer otras actividades deportivas te mantienen saludable en la parte física y mental. El ejercicio te despeja y aleja del estrés, y te hace ver bien estéticamente”, señala Juan David, otro de los habituales participantes en las rodadas del Clásico EC que prepara nuevas citas del pedal.
