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Héctor Leonardo Páez no es de aquellos corredores que se quedan sembrados en el lamento de la derrota ni en la euforia de la victoria. Tiene claro que cada día es una oportunidad para dejar atrás las adversidades y seguir buscando la superación, el éxito.
El ciclista que nació en el municipio de Ciénaga, Boyacá, donde de niño cultivaba lechuga, fríjol, arveja y remolacha con sus padres María Odalinda León Cuervo y Rafael de Jesús Páez, continúa, a sus 38 años, sorprendiendo con su talento. Este domingo se convirtió, en Sakarya, Turquía, en bicampeón mundial de maratón.
“Todavía no encuentro palabras para decirles lo feliz que soy... Mientras tanto aprovecho para agradecerles a todos por su apoyo y por los mensajes que me enviaron, disculpen si no puedo responder, pero son muchísimos”. Así escribió el ciclomontañista en su cuenta de Facebook, retribuyendo a los allegados, compañeros, equipo y patrocinadores por respaldarlo en los momentos complicados.
En días recientes, antes de partir a suelo europeo, Páez le confesó a la Fedeciclismo lo duro que resultó su camino para lograr la cima mundial: “Ha sido una carrera con enfermedades, tropiezos, cambios de equipos... A veces llegas a pensar que no lo vas a lograr. Recuerdo una prueba que pude ganar, pero llovió mucho y el lodo era feo, sin embargo, con los años lo he trabajado. Ya el lodo no me da tanto miedo, es un proceso de motivación”.
Más pruebas
Rememoró que en República Checa-2016 también estuvo cerca del triunfo, pero faltando 7 km se le rompió el manubrio. Terminó cuarto. “Ese día estaba muy enfadado y dije: ‘¿por qué? Luego pensé que después sería”.
En el certamen de 2018, en Italia, país donde reside y que lo arropó como un hijo más, tampoco contó con suerte. “Me favorecía mucho y había entrenado bien, pero tras la salida hubo una caída. La bici se me dañó, el disco se torció, perdí como dos minutos, luego llegué a la punta, me desgasté mucho y el brasileño Henrique Avancini –ganador– bajaba muy bien. Llegué al embalaje y terminé tercero”.
El año pasado en Grachen, Suiza, no lo daban como favorito y pese a que sufrió una caída a 3 km de la meta, ganó.
Los triunfos muchas veces tardan, pero gracias a la “voluntad, pasión y disciplina”, como le dijo Páez recientemente a EL COLOMBIANO, jamás dejó de luchar. Ahora es bicampeón mundial, un logro que enaltece su nombre y genera orgullo e inspira a otros.
“Leo ratifica que es el rey del maratón, desde que no le pase nada no tiene rival en esta modalidad. Es una gran persona, dedicado, no se rinde. En realidad es un ejemplo a seguir”, comentó el paisa Jhonatan Botero, quinto en el MTB de los Olímpicos de Río-2016.
“Páez en un ser humano con muchos valores y cualidades. Si hubiera iniciado antes el ciclomontañismo tal vez las alegrías entregadas al país serían más. Subiendo no hay quién lo siga, es un monstruo. Es un referente, responsable, juicioso, milimétrico en todo, hasta en la alimentación; todo un profesional. Se merece el título que acaba de conseguir, es un grande”, comentó Fabio Castañeda.
Por ahora, Páez engrandece el nombre de Colombia .