Incapaces de dar el golpe definitivo en el frío pero bullicioso estadio de Wrigley Field, los Indios de Cleveland vuelven a casa en busca de una victoria.
Una más. Es todo lo que necesitan. Una oportunidad inusitada que no pueden dejar escapar.
Pero la espera de 68 años por un campeonato sigue.
Un mal inning de Trevor Bauer el domingo bastó para que los Cachorros de Chicago ganasen su primer juego de Serie Mundial desde 1945, una tensa victoria 3-2 en el quinto juego que impidió que los jugadores de Cleveland se rociaran con champaña dentro del vetusto estadio.
Los Indios, que pudieron ganar dos de tres partidos bajo las reglas de la Liga Nacional en Chicago, tendrán una nueva oportunidad de ganar su primer título desde 1948 el martes en el Progressive Field, donde tuvieron marca de 53-28 durante la temporada regular y de 5-1 en la postemporada.
“Seguimos en una excelente posición”, comentó el primera base Mike Napoli.
“Estamos 3-2 arriba y vamos de vuelta a casa. Cumplimos con lo que teníamos que hacer. Estamos en una posición en medio de un gran ambiente”.
“Tenemos unos fanáticos que son de otro mundo”, añadió el torpedero puertorriqueño Francisco Lindor. “Será muy especial poder ganar una Serie Mundial en casa”, expresó. Hoy podría ser.