Después de seis meses rodará nuevamente el balón en el estadio Atanasio Girardot. Pero antes de que eso suceda, el máximo escenario del balompié en la ciudad sufrió una serie de adecuaciones para que Independiente Medellín, Atlético Nacional, los equipos que ofician de local, y los clubes nacionales como extranjeros que llegan a enfrentarlos, puedan hacer uso de sus instalaciones de forma segura.
Tanto la Dimayor como la Conmebol enviaron una serie de requisitos que el Inder, como administrador del estadio, tuvo que cumplir para poder reanudar la actividad deportiva desde hoy.
Aforo y accesos
Para el juego de esta noche entre Medellín y Caracas, por Copa Libertadores, la Conmebol (Confederación Suramericana de Fútbol) exigió un máximo de 250 personas, mientras que la Dimayor solo permitirá el acceso a 180 miembros de los clubes (jugadores, cuerpo técnico y personal administrativo), jueces, recogebolas –todos mayores de edad–, la producción de los canales que tienen los derechos de televisión, entre otros (ver recuadro).
Juan José Moreno, administrador del Atanasio Girardot, explicó que la Confederación autorizó el ingreso al escenario por cuatro accesos: “Por los dos parqueaderos de norte y sur entrarán los equipos, por la puerta 7 de occidental ingresará el personal administrativo, y la puerta olímpica norte (abajo de la tribuna), será para el acceso de la producción de televisión”.
Dimayor, por su parte, solicitó una única entrada, que en este caso será la puerta olímpica sur.
La última vez que hubo fútbol en este escenario fue el 7 de marzo, es decir 192 días estuvo el Atanasio cumpliendo su “encierro” obligado.
Seguridad
Al igual que con el aforo y los accesos, tanto Dimayor como Conmebol tuvieron requerimientos distintos.
Moreno indicó que la entidad que rige el fútbol local estableció, para el Atanasio, solo el cerramiento hasta el anillo vial que lo rodea. Conmebol, por otro lado, exigió un radio de 100 metros cuadrados, “lo que nos haría cerrar casi toda la unidad deportiva”.
Bancos reducidos
“Hoy -ayer- tenemos una reunión con ellos para plantearles la opción de reducir ese radio perimetral para que no se afecten ni los coliseos ni los escenarios que apenas se están abriendo, y mucho menos los comercios que rodean el estadio. La idea es poder cerrar solo el anillo vial”, expuso el administrador.
La logística en cada juego corre por cuenta del club que oficia de local.
Para garantizar el distanciamiento social de los equipos, se redujo el número de sillas en los dos bancos de suplentes ubicados en el costado occidental del estadio. Estos pasaron de tener 15 sillas, cada uno, a 10, para poder contar con un espacio de un metro entre sí. Además, en la parte baja de esa tribuna se instalaron 24 de esas mismas butacas (12 detrás de cada banco) para que el resto de los jugadores puedan sentarse en ellas. Para realizar dicho cambio se levantaron 40 sillines de dos filas en cada lado de la grada.
“Las sillas que están en la tribuna las cubriremos con carpas de tal manera que si llueve quienes estén ahí no tengan inconveniente. Adicional a esto, pintamos los bancos para darles un mejor aspecto”, señaló Moreno.
Para llevar un mejor control de todas estas medidas, el Inder dividió el estadio en tres zonas. La primera incluye la cancha, zonas de traslado, túnel de ingreso a gramilla y camerinos. El administrador advirtió que quienes se muevan por estas áreas deben haberse practicado previamente pruebas de PCR para la detección de la covid-19.
La zona 2, por su parte, comprende tribunas, sala de prensa, control y espacios de transmisión oficial que serán ocupados solo por personal administrativo. La tercera y ultima área corresponde a las afueras del Atanasio como el anillo de seguridad y las puertas de ingreso.
Grama tuvo mantenimiento
Además de los ajustes en materia sanitaria, estos meses de inactividad deportiva fueron aprovechados por los agrónomos del Atanasio para extender los trabajos que normalmente ejecutan sobre el césped del escenario después de cada campeonato.
Manuel Emilio Álvarez, ingeniero agrónomo del estadio comentó que, las labores que realizaron hacen parte del “mantenimiento rutinario y preventivo”, y explicó lo qué se le hizo al tapete, al señalar que “tuvo una aireación, es decir, oxigenamos las raíces del césped, cortamos la grama para eliminar el pasto enfermo y renovamos la arena”.
Con todos los requisitos cumplidos y los protocolos sanitarios listos, el espectáculo del fútbol, aunque sin público, regresa al Atanasio, el gran corazón de este deporte en la capital antioqueña.