Su media distancia, claridad en la pelota quieta y facilidad para poner a jugar a sus compañeros hacen de Fáber Cañaveral un jugador diferente en Envigado.
Cuando llegó, al comienzo de este año, este volante vallecaucano de 27 años de edad lo hizo de manera callada y sin mucho nombre, ahora es uno de los jugadores importantes del Envigado, que hoy visitará al Santa Fe (5:00 p.m.) con la ilusión de meterse al grupo de los ocho de la Liga Águila-2.
“Hay que hacer las cosas bien, porque este equipo es una buena vitrina; los que estamos acá tenemos muchas oportunidades siempre y cuando aportemos; los que han salido dejan puertas abiertas que nosotros podemos aprovechar si sacamos al Envigado adelante”, resaltó Cañaveral, otro de los productos de exportación del conjunto naranja.
A la institución antioqueña llegó con la misión de ganarse un puesto y hace rato lo consiguió; no juega cuando está lesionado, de resto hace parte de los hombres de confianza del estratega Juan Carlos Sánchez que lo volverá a utilizar en nómina porque ya se recuperó de una fatiga muscular que lo tuvo por fuera varios partidos.
Para el estratega naranja, Cañaveral, que pasó por Cali, Millonarios, América y Uniautónoma, es “un jugador con poder de remate, frío a la hora de cobrar los penaltis, con facilidad para filtrar la pelota y mucha riqueza técnica”.
Por eso le ha dado minutos en el rentado y lo tiene como uno de los jugadores importantes para buscar la clasificación en los partidos que tendrá en territorio antioqueño en las fechas finales ante Patriotas y Medellín.
Cañaveral dice que confía en su trabajo y capacidad futbolística para seguir los pasos de Andrés Tello, hoy en el Cagliari de Italia, y Cristian Arango, en el Valencia de España, quienes aparecen como los últimos jugadores que “exportó” Envigado, club que ratifica que cuenta con una cantera de héroes.