En época de confinamiento, los entrenadores de fútbol no se quedan quietos. Un grupo de estudio, que se denomina “Los Técnicos”, todos los días acude a las charlas que iniciaron el 17 de abril, en las que aprenden aspectos técnicos, tácticos, físicos y otras áreas.
“Asumimos esto con seriedad, hay mucho respeto. Así estemos por una plataforma digital, todos estamos bien presentados, como si fuéramos para una clase en la universidad”, dijo el coordinador Miguel Cadavid, quien apoyó la idea inicial de Richard Parra.
Aparte de ellos, están Héctor Acevedo, Juan Carlos Álvarez, Óscar Aristizábal, Gustavo Chaverra, Carlos Mario Hoyos, Óscar Pérez, Carlos Daniel Ruiz, Darío Sierra y Rubén Velásquez. Algunos llevan invitados, como ayer que estuvieron Julio Comesaña y Mayer Candelo. Otro asiduo visitante es Alberto Gamero.
En la sesión 35, este viernes, el sicólogo y magister en salud mental Jaime Mejía, docente del Alma Máter, abordó el tema Salud Mental en el Confinamiento y planteó reflexiones “no solo para la vida personal, sino para aplicar en nuestra labor con los deportistas que hoy afrontan la cuarentena”, apuntó Óscar Pérez, extécnico del Medellín.
Decía Mejía que la Organización Mundial de la Salud plantea la importancia de que las personas tengan la capacidad de afrontar los avatares del día a día, “en términos de resolver las situaciones que se presenten y que, además, le aporten a la comunidad”. Una postura del cuidado de sí mismo y del otro, y entender que esa posibilidad “nos hace mejores seres humanos”.
Les recordó a los estrategas que en su papel de líderes, por su experiencia y recorrido, deben ser más parte de las soluciones que de los conflictos y las dificultades.
Les recalcó lo importante que es valorar la condición emocional propia y la de los dirigidos, y la responsabilidad que tienen ante millones de aficionados, algo que genera gran presión.
“Tenemos que asumir que en este momento las emociones están exacerbadas por el confinamiento, por la realidad de nuestras familias y la incertidumbre. La idea es no negar esas emociones, son adaptativas, y hay que permitir que el otro las exprese porque su represamiento genera trastornos que afectan la salud mental”, dijo Mejía en relación con la alegría, el miedo, la tristeza, la rabia, el asco y la sorpresa que, mal canalizadas, pueden crear trastornos como depresión y ansiedad.
Ahora para los técnicos será más fácil interpretar y entender las manifestaciones fisiológicas y comportamentales de los jugadores, saber cuál puede ser el origen y cuándo acudir a ayuda profesional.
Entre los mensajes que llamó la atención fue crear conciencia de que la salud mental se puede fortalecer con pensamientos positivos, racionales y objetivos frente a las cosas, porque como advirtió el profesor Mejía, esto puede fortalecer el bienestar para un grupo más grande de personas.