Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Título de Copa América ya es quinceañero

El recuerdo de aquel 29 de julio de 2001 permanece intacto para los protagonistas. Fue un torneo perfecto.

  • Rostros de orgullo de un recuerdo imborrable. El país vivió una alegría única. FOTO Archivo
    Rostros de orgullo de un recuerdo imborrable. El país vivió una alegría única. FOTO Archivo
31 de julio de 2016
bookmark

Antes de comenzar la Copa América de 2001, el profesor Francisco Maturana le dijo a los 23 protagonistas que esperaba que ese torneo “les dejara una casa propia”.

Y Andrés Orozco, quien con 22 años integró el equipo que jugaba como local en el certamen, recuerda con agrado que esas palabras fueron una motivación extra: “tenía un mensaje de unión que nos hizo invencibles. No sentíamos presión, siempre íbamos juntos e ilusionados por lo mejor”.

Trasegaron un camino en el que el país les pedía una alegría porque se vivían años de dificultad.

Con cinco victorias, ningún gol en contra y diez a favor, accedieron a la final ante una complicada Selección mexicana.

Por eso, el 28 de julio los nervios ya empezaban a jugar su papel, pero en la cena de esa noche, relata Orozco, los líderes como Óscar e Iván Córdoba tomaron la vocería y dieron un discurso que subiría la confianza.

El día de la gloria

Roberto Carlos Cortés, el lateral izquierdo que pertenecía al DIM, pasó la noche durmiendo cómodamente. No recuerda bien la hora de levantarse, pero fue a ducharse, se afeitó la cabeza, el bozo y se fue a desayunar. “Se sentía mucha ansiedad, pero el grupo estaba tranquilo. Se cerraba un poco el estómago”, revela.

En el bus de camino a El Campín para la batalla decisiva de las 4:30 p.m. todo fue un festejo previo: golpeo de sillas, ventanas, cánticos y risas. Así se dejaba fluir el nerviosismo. “Escuchar los pitos, ver las banderas, las caras pintadas, el mar de camisetas... todo eso nos emocionó bastante”.

Eso hizo que el estallido colectivo del minuto 64 de juego, con el cabezazo de Iván Ramiro Córdoba, fuera memorable. Todos se pararon como un resorte y se abalanzaron sobre el hombre de la gloria.

Celebración en familia

Andrés Orozco cuenta que, tras el final, la celebración se extendió con bailes, música, brincos y saltos en el vestuario. “Los que éramos de Medellín nos fuimos la misma noche porque queríamos festejar con la familia”.

El artífice de esa consagración, Francisco Maturana, reconoce que sintió un alivio grande tras el triunfo, sobre todo por el equipo que tenía. “No poseían tanto pedigrí, pero jugaban bien al fútbol. No fue la Copa de Valderrama, Rincón... fue la de Totono, Bedoya, Juan Carlos Ramírez, ellos dieron el mayor título al país”. Dice que no es de celebrar efusivamente, pero reconoce que la satisfacción de lograr el título fue única. “Uno los logros los quiere como a los hijos y ese fue especial. Me parece que en el país han sido mezquinos con esa Copa”.

11
goles marcó Colombia en ese certamen. No recibió tantos.
100%
fue la efectividad de los cafeteros en la cita de 2001.

Liga Betplay

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD