Aunque están prohibidos y su uso puede llegar a producir lesiones graves, un puntero láser se puede conseguir entre $25.000 y $120.000 por internet.
Haciendo caso omiso a las restricciones de venta que existen en el país, este artefacto se ha usado en los estadios para molestar a los jugadores de fútbol durante los partidos, apuntándolo a los ojos, desconociendo o no los riesgos que puede generar.
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Aunque las autoridades han ejercido un control estricto, sobre todo, en Medellín, no falta el desadaptado que filtre un puntero láser a los estadios de Colombia.
El mayor Andrés Segura, de la Policía Metropolitana, encargado de los dispositivos de seguridad en los partidos del Atanasio Girardot, cuenta que una persona que use estos láseres puede recibir una sanción de 5 a 10 salarios mínimos y prohibición de 6 meses a tres años para entrar a los estadios.
“Las personas vienen adquiriendo conciencia sobre el tema y cada vez vemos menos individuos intentando ingresarlos. La mayoría de veces los detectamos y los decomisamos”.
Segura explica que ha sido un vicio de las barras colombianas copiar los comportamientos indebidos de los aficionados de otras partes del mundo y que, por eso, también hay que realizar un trabajo educativo y de prevención.
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De estos apuntadores se puede decir que pueden alcanzar distancias entre 3 y 50 kilómetros y que los de alta potencia (más de 10 milivatios) son extremadamente peligrosos y considerados no aptos para el uso público, por lo que es extraño que en internet se vendan sin restricción alguna.
El Inder Medellín, administrador del estadio, al igual que la Policía, afirma que el control del tema en la ciudad ha sido efectivo.
Pese a que los láseres verdes y rojos, que son los que comúnmente se observan en las tribunas, no acarrean mayores riesgos por su baja potencia y debe haber una exposición muy larga a la luz para sufrir algún daño, hay otros que son extremadamente peligrosos y que se podrían convertir en un arma como sucedió con los ataques de ácido.
Antecedentes afuera
En 2014, en México, el árbitro Paul Delgadillo decidió detener temporalmente el encuentro entre América y Tigres, porque un láser molestaba permanentemente al portero de Tigres, Nahuel Guzmán.
Pero fue en 2008 cuando los punteros láser empezaron a aparecer en cadena en todo el mundo. El Olympique de Lyon fue multado por la Uefa debido a que uno de sus aficionados molestó con el dispositivo a Cristiano Ronaldo.
En un partido entre Arabia Saudita y Corea del Sur, el arquero coreano Lee Woon-Jae se quejó tras haber sido “golpeado” en el ojo con un rayo láser verde.
El médico oftamólogo Miguel Ángel Pérez, de la Universidad de Antioquia, dice que la mayoría de láseres de los estadios son inofensivos porque no superan los 5 milivatios. “Son los llamados láser juguetes que, pese a su alcance, no traen mayores riesgos para la visión, más allá de causar una molestia momentánea”.