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El mítico Ferguson habló de su carrera, la Selección, James y Falcao: ¿qué dijo?

Hablamos con el mítico entrenador escocés que se retiró en 2013. Este referente compartió conceptos de su vida y carrera.

  • Alex Ferguson, el técnico más ganador de la historia del fútbol. FOTO GETTY
    Alex Ferguson, el técnico más ganador de la historia del fútbol. FOTO GETTY
01 de febrero de 2021
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Por John eric gómez marín

Tal vez Alex Ferguson sea el técnico de clubes más importante de la historia del fútbol. El mítico entrenador escocés dirigió al Manchester United desde 1986 hasta su retiro en 2013, logrando acumular 49 títulos en su carrera, destacando el triplete del año 1999 cuando ganó la Premier League, la FA Cup y la Champions.

Hoy, a sus 79 años, dice que no cambia su tranquilidad por nada y que está feliz en el retiro disfrutando el tiempo al lado de su familia. EL COLOMBIANO llevaba más de un año tratando de contactarlo hasta que por fin respondió al llamado. Les presentamos, en exclusiva, esta entrevista con un hombre que es todo un caballero como la distinción que le otorga su título de Sir, la cual se le confiere en Inglaterra a personas que se distinguen en su profesión y conducta. Acá sus opiniones.

¿A qué se dedica hoy?

“Veo fútbol y juego mucho golf. Sabía desde que me retiré que seguiría activo. Estaba acostumbrado a levantarme a las seis de la mañana e ir a entrenar. Hoy me levanto a la misma hora, pero me lo tomo con calma, bebo un café y me dedico a otras cosas, sobre todo a mi esposa Cathy y al resto de la familia. Hay lugares a los que quería ir cuando dirigía y no podía, y hoy lo estoy haciendo”.

¿Qué lo llevó a retirarse del fútbol cuando aún tenía mucho por brindar?

“Lo hice por el amor a mi esposa. En 2013 una de sus hermanas murió, era su mejor amiga, sabía que me necesitaba. Ella fue la figura clave de toda mi carrera, la base de mi estabilidad y mi estímulo diario, era hora de devolverle todo lo que ha hecho por mí”.

¿Ya es abuelo cierto?

“Sí, tengo 11 nietos, el mayor tiene 26 años y el menor 5, son grandiosos”.

¿Quiénes fueron sus mayores influencias?

“Mis padres sembraron las bases para mí. No mientas, no robes, no hagas trampas, se puntual, esto último fue algo que saqué de mi padre porque nunca llegó tarde, pero después de ellos recuerdo a una maestra fantástica en el colegio. Era una persona llena de entusiasmos y determinación, muy estricta, pero a la vez cariñosa. Cuando ella murió, a mi casa llegó un paquete que contenía una correa con la que nos llamaba la atención en la escuela. A mí y a todos mis compañeros les llegó”.

En 2018, usted tuvo una delicada cirugía, ¿pensó que iba a morir?

“Desde que nací pienso que voy a morir, pero en ese momento tuve una hemorragia cerebral que los médicos trataron de una manera fantástica y sigo aquí”.

Usted tuvo de asistente técnico a Carlos Queiroz, quien hace poco dirigió a la Selección Colombia, ¿qué opina de él?

“Me ayudaba mucho para comunicarme con los jugadores, porque el Manchester tenía muchos extranjeros y él habla muy bien varios idiomas. Es una persona demasiado repetitiva en sus sesiones de trabajo y eso se convierte en algo natural el día del partido. Además, ayudó a fortalecer una alianza con el Sporting de Lisboa, de la que llegaron varios jugadores, entre ellos Cristiano Ronaldo”.

¿Por qué cree que no funcionó en Colombia?

“¿Cuántos partidos le dieron?, hoy el fútbol es muy inmediato, si a mí me hubieran sacado del Manchester por un par de malos resultados, nunca hubiéramos logrado tanto. Así que no se puede calificar a alguien cuando tuvo tan poco tiempo de trabajo”.

Usted sugirió a Falcao en el Manchester, ¿cómo fue el trato con el colombiano?

“Cuando llegó yo había acabado de retirarme y Van Gaal asumió. Falcao me parece un profesional intachable, un ser humano maravillosos y un extraordinario jugador. Lastimosamente cuando arribó apenas se estaba recuperando de una grave lesión y tenía mucha presión de ser figura, competía con excelentes delanteros, pero nunca bajó los brazos y, pese a que no fue el goleador de otros clubes, estoy seguro que su aporte fue valioso en el grupo”.

¿Cómo gestionar un equipo con tantas estrellas?

“Comprendiendo que son seres humanos con gustos, personalidades y necesidades distintas. Tratando a cada uno de ellos como una persona especial y mostrándoles que su aporte es valioso en la medida que gane el equipo”.

A usted siempre le gustó aprender de otros deportes, ¿qué tomaba de ellos para el fútbol?

“Los deportes individuales son excepcionales, porque llevan al ser humano al límite y dependen solo de su desempeño, no de un equipo, pero que tal que todos los jugadores de una escuadra mostraran ese rendimiento individual, sería un club imparable y eso era lo que trataba de transmitirles de deportes como el tenis o el golf”.

¿Qué le dio mayores satisfacciones, los títulos que ganó o los jugadores que potenció?

“Durante 27 años tuve jugadores brillantes como Cantoná, Ronaldo, Keane, Robson, Giggs, Van Persie, Van Nistelrooy, Owen, Beckham, Scholes, Rooney, fueron demasiados, pero la clave era que ellos se sintieran parte de una familia junto con el staff, los dirigentes y los hinchas, y que entendieran que uno hace lo que sea por su familia, eso es más valioso que cualquier título”.

¿Y cómo manejaba a los jugadores difíciles?

“Esos jugadores lo único que quieren es atención y la demuestran con su comportamiento. Hay que hablar a diario con ellos y convencerlos de que son los dueños de su éxito o su fracaso, que deben hacerse responsables de sí mismos”.

¿Qué les decía a los futbolistas en el camerino antes de un partido?

“No recuerdo, porque todos los discursos eran distintos dependiendo de la situación o el rival”.

¿Su equipo ganó más de 60 partidos en los últimos 10 minutos, a qué se debió esa situación?

“Yo llevaba siempre un reloj y faltando 10 0 5 minutos lo señalaba mostrándoselos a los jugadores y muchos rivales sentían miedo cuando yo mostraba ese reloj. La cuestión es que siempre les decía no sientan pánico, tienen a 65 mil personas alentándolos, sean pacientes, esperen y en los últimos minutos hagan su apuesta, vayan por ella. No siempre funcionaba, pero muchas veces sí, y después de que ganábamos un partido en los últimos minutos se sentía una energía especial en el camerino, era un lugar fantástico para estar”.

¿Qué opina de José Mourinho?

“Le tengo un gran respeto, es un poliglota, posee gran determinación, siempre quiere mejorar el oficio de entrenador y lo más impresionante es que nunca jugó al fútbol, pero es un ganador, surgió de un equipo chico en Portugal, después fue al Porto y ganó títulos y así pasó en el Chelsea, el Inter, en el Real Madrid, y en el Manchester. Es una muestra de que con disciplina se puede llegar muy lejos”.

¿Y qué piensa de Pep Guardiola?

“Dirigió el equipo que más me impresionó en mi carrera, el Barcelona de 2011, que nos ganó la final de la Champions en Wembley. A ese Barcelona no le pudimos jugar, era extraordinario en la cancha, un fútbol que nunca había visto y él era el técnico”.

¿Cuál es la clave del éxito en el fútbol?

“La consistencia. Es importante porque todos entienden que a diario el mismo técnico entrará por esa puerta, sus mismos ayudantes y eso erradica la confusión en los jugadores. No hay cambios en el personal todo el tiempo. Por la longevidad que tuve en el Manchester me fue posible planear a largo plazo. De esa manera nunca sentí que fuera a renunciar o que mi cargo estaba en peligro. Cuando tomé el trabajo les dije lo que pretendía hacer y que quería hacerlo por muchos años y eso nos dio buenos frutos”.

¿Cómo se recupera un equipo tras un fracaso?

“Con determinación. Es como en la vida. Debes entender que cuando ganas estás en la portada, pero cuando pierdes no apareces ni en la foto. Hay una diferencia y los jugadores la deben entender. Uno no se puede quedar en la derrota, hay que aprender de ella, pasar la página y buscar la victoria en el próximo encuentro”.

¿Dicen que usted es muy duro con los jugadores, sobre todo en la disciplina?

“Nunca utilicé la disciplina como un arma para ellos, hay unas maneras de comportarse que yo les sugería. Nunca cambié mi forma de entrenar y a medida que ganábamos y conseguíamos títulos el jugador se daba cuenta de cuál era la forma correcta de actuar”.

¿Cuál es la mejor forma de llegarle a un futbolista?

“Ser honesto con ellos, porque se dan cuenta si no hay coherencia entre la manera de hablar y de actuar”.

¿Usted era de los que delegaba funciones?

“Sí, pero me di cuenta tarde, lo empecé a hacer a los 60 años, cuando ya no tenía la misma energía. Es cuestión de confiar en que hay gente leal y que asume tu mensaje para transmitirlo”.

¿Cómo llevar la relación con los directivos?

“También de forma honesta, convencerlos de que los grandes procesos rinden frutos a largo plazo. Hay que ser cortés con ellos como con toda la gente que trabaja contigo, cosas simples como saludar en la mañana, despedirse, preguntar cómo están. Eso genera confianza”.

¿Para usted quién es el mejor jugador de la historia?

“Tengo una discusión interna, porque aún no me he decidido. Antes estaban Pelé y Maradona y ahora Messi y Cristiano Ronaldo”.

¿Celebró cada uno de los títulos que obtuvo?

“Sí, pero eran satisfacciones efímeras, porque para mí cada partido quedaba en el pasado y ya estaba pensando en el mañana. Muchas veces después de un título me iba a dormir y no estaba en la celebración, terminaba exhausto”.

¿Qué cree que le faltó como técnico?

“Aprender más idiomas, porque el Manchester empezó a contratar jugadores de todas las partes del mundo, de Suramérica, Francia, España, Alemania. Hubo un año que tuvimos 21 nacionalidades. Sabía algo de francés y alemán, pero como no los practicaba seguido los fui olvidando, y comunicarse no es fácil. Los idiomas son una de las herramientas más importantes para los entrenadores. Fue una de las razones por la que tuve a Carlos Queiroz porque él sabe 4 o 5 idiomas y es muy importante hablarle al futbolista en su lengua nativa

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