Aunque empezó bien, buscando el arco de Álvaro Montero y llegó por las bandas, el DIM no pudo mantener el orden y poco a poco le fue dejando el protagonismo a Millonarios, que aprovechó los errores del rojo para vencerlo 2-0 en el duelo de ida de la semifinal de la Copa Betplay.
No fue una buena noche para el Poderoso que se notó lento, inseguro, ingenuo y le dejó espacios al Embajador, que aprovechó la velocidad y el talento de jugadores como Daniel Ruiz y Andrés Gómez, figuras del compromiso.
Los tantos del visitante fueron obra de Luis Carlos Ruiz, a los 17 minutos y Andrés Gómez en eltiempo de reposición de la primera parte.
Al final del compromiso, Adrián Arregui fue crítico y manifestó su desilusión por el resultado.
“Muy triste porque regalamos los dos goles, permitimos que nos marcaran por errores nuestros. Luego insistimos, buscamos el gol, pero no se dieron las cosas, así que ahora toca pensar en lo que sigue y tendremos que ir a Bogotá a buscar la remontada”, comentó el argentino.
Los dirigidos por David González no lucieron bien, permitieron que el rival generara con velocidad acciones de peligro sobre el arco de Andrés Mosquera, que evitó en más de dos ocasiones más caídas de su arco.
En el segundo tiempo, los locales trataron de reaccionar y con el ingreso de Miguel Monsalve generaron algunas acciones de peligro que no fueron bien capitalizadas por José Chávez, Vladimir Hernández y Yulián Gómez, entre otros.
De esta manera, los capitalinos se van con la ventaja en el duelo de ida, y ahora, como dice Arregui, el Poderoso tendrá que viajar a Bogotá para buscar una remontada que no es fácil, ante un cuadro Embajador que se mantiene invicto tanto en la Liga como en la Copa, lo que lo perfila como uno de los favoritos para alcanzar la clasificación a la final en busca del título.
El local, por su parte, salió del campo sin moral, con la mirada clavada en el piso y una sensación de dolor profunda, por una derrota que lo dejó mal, en la que el rival lo hizo ver desordenado, sin opciones, sin ideas, sin reacción y sin armas para sorprenderlo y descontar.
Medellín, que lució lento en defensa, pesado y desordenado, tendrá que mejorar mucho para poder recuperar el camino y buscar la clasificación.
Los azules, por su parte, se fueron felices del Atanasio, donde no ganaban desde 2019 y con la confianza en lo alto, pues su arquero Álvaro Montero también respondió de la mejor manera cuando fue exigido