El extremo de Nacional, Óscar Perea, decidió ducharse e irse para su casa después de que el entrenador Pablo Repetto lo sustituyera en la derrota de Nacional frente al Pereira.
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El futbolista ha sido enviado nuevamente a entrenar con la sub-20 tras lo ocurrido en este compromiso.
El extremo de Nacional, Óscar Perea, decidió ducharse e irse para su casa después de que el entrenador Pablo Repetto lo sustituyera en la derrota de Nacional frente al Pereira.
Normalmente, cuando se terminan los partidos de Nacional, los jugadores se duchan, hacen una oración en grupo y se montan todos en el bus que los lleva hasta el hotel donde cada uno coge para su casa.
Sin embargo, tras la derrota (0-1) frente a los matecañas, que dejó prácticamente eliminado al club verde de la posibilidad de disputar los cuadrangulares semifinales de la Liga, Óscar Perea se les adelantó a todos y se fue sin avisarle a nadie.
Después, el grupo se preguntó por su ausencia y lo llamaron en reiterados oportunidades y este no contestó el teléfono sino hasta mucho rato después.
En ese momento, le comunicaron que no haría parte del plantel profesional y que debía presentarse para seguir entrenando con la categoría sub-20.
El tema con el jugador no ha sido fácil y tampoco las conversaciones con su representante para la renovación de su contrato.
Su representante es el argentino Matías Bunge, quien tiene antecedentes de no ser un agente fácil, como lo publicó el diario Récord de México en una nota del 2020 que tituló: “Matías Bunge, el ‘agente’ que trunca a jóvenes mexicanos”.
Así que habrá que ver si el jugador continúa con el verde para el segundo semestre o le dan salida a otros mercados.