El DIM vive un respiro en medio del asedio de partidos que tiene programados para el final del semestre. Entre el próximo seis de octubre y finales de noviembre, el cuadro rojo disputará diez partidos. Ocho serán por la Liga Betplay. Los dos restantes por los cuartos de final de la Copa Colombia, en la que enfrentará a Boyacá Chicó.
Son las nueve de la mañana del viernes. En la sede del equipo en el Club Pilsen de Itagüí, hace frío. Unas nubes espesas, oscuras, de lluvia, se posan sobre ese sector del sur del Valle de Aburrá. Los futbolistas del plantel profesional desayunan en una mesa de madera en el segundo piso del edificio administrativo.
Conversan entre ellos. Se ven tranquilos. La clasificación, sufrida, a cuartos de final de la Copa Colombia los llenó de confianza. Con la victoria por penaltis ante el Junior en Barranquilla amainó la amargura de la eliminación de la Copa Sudamericana por la misma vía. Ahora hay un aire renovado en el club.
Han pasado dos días desde la visita de El Poderoso a la capital del Atlántico y los rojos aprovechan la “gabela” de cuatro días que tendrán antes de su próximo juego. El técnico Alejandro Restrepo, amable en el trato, pero serio cuando se trata de hablar sobre su esquema de juego, el trabajo que ha hecho con el equipo, el momento que vive, está sentado en la sala de prensa del club para atender a los medios.
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Piensa en las palabras que dijo después de que terminó el juego ante Junior el miércoles, en las que fue autocrítico y reconoció que aún hay cosas por mejorar, ajustar, para que el equipo tenga el rendimiento esperado. Sin embargo, dice que ha tenido poco tiempo para hacer su trabajo.
La seguidilla de partidos que tiene programados no le ha permitido tener semanas largas de trabajo con el equipo. Eso, según manifestó, dificulta que sus dirigidos asuman la idea de juego que le quiere dar al cuadro antioqueño. Y es que en lugar de poder preparar los partidos en la cancha, con días de recuperación, acondicionamiento físico y preparación táctica, el técnico ha tenido que apelar a preparar los juegos a partir de charlas y videos a sus jugadores.
Además, ha contado con la mala fortuna de que algunos de los hombres importantes dentro de su esquema, se han lesionado: Joaquín Varela, José Ortiz, Jersson González. Este último, según dijo, ya se recuperó del esguince de tobillo que sufrió hace algunos días y puede entrar entre los convocados para el juego contra Equidad, que será el domingo en el Atanasio Girardot.
Buen ambiente en la práctica
El cuadro bogotano, dirigido por Alexis García, es un visitante complicado. La última vez que vino al Atanasio, en agosto del 2023, sacó un empate a dos goles. Por eso el cuerpo técnico del cuadro rojo aprovecha cada momento del entrenamiento del viernes para trabajar con intensidad. Saben que tienen que aprovechar este “respiro” porque no lo volverán a ver en los próximos días.
Después de enfrentar a Equidad, recibirán el jueves 10 de octubre a Alianza F.C., en el Atanasio por el duelo válido por la octava fecha de la Liga Betplay, que estaba aplazado por el Mundial Femenino sub-20 que se jugó en nuestro país entre finales de agosto y el 22 de septiembre.
Por eso, el asistente técnico Giulano Tiberti, grita con intensidad pidiéndole a los jugadores que lo den todo mientras hacen un ejercicio de control del balón y movilidad para evadir al rival. Son las 10:30 a.m. Un sol picante reemplazó las nubes del inicio de la mañana. Los futbolistas de campo entrenan con juicio. Impresiona la técnica exquisita de Cristian Graciano. También la velocidad de Jersson González. En el fondo, bajo las órdenes de Jaime Bran Betancur, los arqueros, que han sido figuras en los últimos encuentros.
Terminó el entrenamiento. Pasaron las once y media de la mañana. Sigue haciendo un calor impresionante. Los futbolistas se bañaron, se cambiaron. José Luis Chunga, quien se encuentra en proceso de recuperación, sale alegre de la sede del equipo. Se despide de todo el mundo con amabilidad. También se ve a David Loaiza, quien sigue a la espera de que se resuelva su caso por dopaje. El 3 de octubre cumplió años. Por eso le parten una torta en la recepción de la sede. Se ve feliz y comparte con las personas del aseo y trabajadores del club.
Así, en medio de la intensidad para entrenar, el buen ambiente entre sus futbolistas y la celebración de la vida de algunos otros que esperan regresar pronto a la cancha, el Medellín disfruta del “respiro” que le está dando el calendario apretado del fútbol colombiano.