La clasificación del DIM a la semifinal de Copa Águila, en el inicio del ciclo del paraguayo Aldo Bobadilla, puede compararse con una oportuna inyección que sirve para menguar un padecimiento e impedir que este se siga diseminando.
El nerviosismo y malestar alrededor del equipo mostraron su punto más álgido el miércoles, tanto en las tribunas como en el terreno de juego. Por eso se hacía ineludible aplicar una primera dosis para desinflamar el entorno.
El mismo Bobadilla reconoció lo enrarecido que estuvo el ambiente: “Es normal que cuando un equipo no gane todos estén fastidiosos: el jugador, el dirigente, el hincha, con mayor razón. Hasta yo estaba fastidioso”, sostuvo el estratega escarlata.
El nerviosismo en la tribuna, en la que abundaron pancartas con mensajes de reprobación hacia el plantel, se trasladó al terreno de juego y se vio reflejado en una jugada puntual cerca del final del partido en la que Andrés Cadavid increpó, de forma airada, a Mauricio Cortés por perder un balón. Este hecho, Bobadilla lo evaluó como un síntoma de pundonor para superar el bache deportivo.
“Necesitábamos ganar. Quizás para el espectáculo (el gesto) no es bueno, pero es un signo de compromiso... Cadavid no sabía que Cortés no podía pisar. Terminó con un esguince grado dos. Se entiende la posición de los dos, pero resalto, más que nada, el compromiso de clasificar”, zanjó el entrenador.
El mismo Cadavid, en declaraciones a Múnera Eastman, hizo una solicitud a la afición roja: “Les pido que no bajoneen a los compañeros. Que antes ayuden a alzarlos. Que en vez de ayudar al equipo contrario, siempre estén apoyando”, expresó en un claro reclamo por el ensañamiento de la hinchada contra Sebastián Macías y, sobre todo, contra Andrés Ricaurte, quien sufrió ataques desde la grada, principalmente desde la barra Rexistenxia Norte que expuso una caja de cartón con el número 10 y el nombre del jugador, acompañado por las palabras “pecho frío”.
La tarea en Liga
Ayer, los comentarios de los hinchas rojos en redes sociales luego del triunfo ante Caldas tuvieron un ánimo más conciliador. Las victorias, definitivamente, son un elixir de efecto inmediato.
Ahora la afición parece tener una disposición más optimista de cara al duelo por Liga, ante Envigado, en el que Medellín deberá cortar con las seis caídas consecutivas que, en tres semanas, lo expulsó de la parte alta del torneo y lo condenó a los últimos lugares.
En cuanto al crecimiento futbolístico, Bobadilla tiene una promisoria perspectiva. “Por momentos vi cosas en el primer tiempo de las que quiero resaltar, especialmente cómo se manejó la pelota. Con trabajo iremos corrigiendo, quizá faltó profundidad y casi no utilizamos la espalda de los laterales. Pero anímicamente veo una gran respuesta del grupo”, resaltó el guaraní.
Con la afinidad que tiene el técnico con la hinchada, sumado al resultado, la posibilidad de estar por tercera ocasión tan cerca del título en Copa Águila y la correcta disposición que mostró el plantel para poner en práctica el orden y el sacrificio táctico del entrenador, el ánimo alrededor del elenco debe ir recuperando un mejor color.
Tras la jornada de acondicionamiento ayer, el plantel retorna a prácticas hoy para preparar el partido ante Envigado en el Polideportivo. Allí irá Bobadilla con sus dirigidos a intentar aplicar la segunda dosis, en un estadio que ha sido favorable para el DIM en los últimos años, pues ganó cinco de los seis encuentros recientes como visitante ante los naranjas.
Pendientes de Cano
Ver a Germán Cano en una camilla no es habitual. De ahí la tensión que dejó en la hinchada su salida del campo.
El argentino fue sustituido por una molestia en la rodilla que lo mantuvo con evidentes muestras de dolor en el banco.
Ayer, sin embargo, se supo que el jugador amaneció con menos dolor y que el club estaba a la espera de la resonancia para determinar la causa del malestar del goleador.
La última vez que una lesión sacó de competencia por tiempo considerable a Cano fue hace 17 meses, en abril de 2018, cuando una distensión en el isquiotibial izquierdo lo mantuvo al margen durante una semana. Cualquier lesión es inoportuna, pero en este momento, contar con el goleador es indispensable para el equipo.