Tres tatuajes que tiene en el antebrazo izquierdo hablan del amor por su hijo y su madre. El primero es la huella del bebé y, sobre él, Bryan Omarion, su nombre. Al girar está inscrito Amparo, como llama la mamá de Brayan Angulo, un caleño que se abrió paso en el fútbol antioqueño y que el pasado fin de semana le marcó un gol al equipo que lo lanzó al profesionalismo, el Deportivo Cali.
El nombre de su hijo es en honor al rapero estadounidense, a quien escucha desde pequeño. También le gusta la salsa, pero no la tradicional de su Cali que se bailaba con zapato blanco, sino la que se instaló en la Sucursal del Cielo como “salsa de alcoba”, esa pausadita y de letras románticas.
La misma que siempre lleva a las concentraciones y al camerino antes de jugar.
“Siempre escucho salsa y antes de un partido llego al estadio y me tomo un café, hago una oración solo y luego del calentamiento oro con el grupo”. Ese es el ritual del mediocampista del Medellín.
Sus ídolos
Admirador de Juan Román Riquelme y Ronaldinho, a sus 21 años este volante vive un momento especial en su carrera, ya que es titular del líder del torneo y cada día alimenta el sueño de ser campeón con el Poderoso.
De Riquelme, Brayan tiene la tranquilidad y la buena ubicación en la cancha, y del brasileño, la habilidad y la alegría para jugar. Así lo expresa el campeón de la Copa Postobón del 2010 con el cuadro azucarero.
Jaime de la Pava, técnico que le dio la oportunidad de debutar a los 16 años, es generoso con sus elogios: “Angulo es un jugador tímido, pero inmensamente habilidoso, de buena ubicación en el campo, ejecuta de primera intención el pase gol y cuenta con un excelente remate de larga distancia”.
Estas cualidades convencieron al entrenador para darle la oportunidad de jugar en el fútbol profesional. Sin embargo, con la salida de De La Pava Brayan pasó al Cortuluá dos años y luego llegó a las Águilas para luego aterrizar en el DIM.
Además de dar la vuelta olímpica en el Atanasio Girardot, este vallecaucano sueña con que su fútbol lo lleve al exterior.
El fútbol y los logros
Su paso por el fútbol paisa le ha permitido, además, formar lazos de amistad con uno de su ídolos, Jhon Javier Choronta Restrepo, con quien comparte fuera de la cancha.
“Desde que lo conocí nos hicimos amigos y compartimos algunos espacios cuando el deporte lo permite, lo admiro y me ha ayudado a crecer bastante”, afirma Angulo, que ahora extrañaa a Choronta, vinculado al torneo mexicano..
En el Cali se formó al lado de jugadores como Yerson Candelo y Miguel Murillo, quienes viven un lindo presente con el cuadro Fernando Pecoso Castro.
Entre sus mejores experiencias está el haber jugado el torneo Esperanzas de Toulon, del que, dice, le ayudó a madurar y proyectarse.
“La vivencia de Toulon fue muy buena, me ayudó a crecer profesionalmente y a madurar, fue algo que me marcó y desde entonces pienso en lograr mi sueño de jugar en la Liga de España”.
El gol que le marcó al Cali fue especial, por las circunstancias del partido. “Empezamos perdiendo y nos esforzamos mucho durante el encuentro, por eso merecíamos el empate y me sentí feliz al marcar. Además, sumamos un punto ante nuestros hinchas”.
Mientras sigue alimentando sus sueños de título, Brayan aprovechará los pocos instantes que le deja el fútbol para compartir con su hijo y su familia, integrada por su esposa, sus padres y tres hermanos más.
Brayan tiene dos hermanos menores a los que el fútbol no los apasionada. Eso lo reconoce entre risas, mientras dice que a él desde muy chico la pelota le ha dado lo mejor. Soñaba con llegar al rentado para sacar adelante a su familia, lo logró, pero aún no para, sus metas siguen creciendo.