Luis Ruibiales –el exdirectivo de la Real Federación Española de Fútbol que salió del cargo por darle un beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso– continúa defendiéndose de las acusaciones en su contra y ahora asegura que su caso fue utilizado como cortina de humo para ocultar temas políticos.
“Mi caso durante dos o tres meses es altamente explicable para justificar que se hablara poco de otras cosas. Se habló mucho de lo mío y muy poco de otras cosas mucho más importantes”, dijo Rubiales en entrevista para Youtube con Alvise Pérez.
Las cámaras de fotografía y video captaron el momento en el que el entonces directivo besó, sin consentimiento, a la jugadora española Jenni Hermoso en medio de la celebración por alcanzar el campeonato mundial femenino.
Por estos hechos tuvo que renunciar a la dirección del fútbol español y la Fifa lo suspendió por tres años para realizar cualquier actividad relacionada con el fútbol.
Pese a los señalamientos de acoso sexual en su contra, Rubiales cree que su caso fue utilizado para opacar las discusiones de la ley de amnistía que el partido del presidente español, Pedro Sánchez, pretende tramitar en el parlamento.
“Para mí es un golpe a la separación de poderes. Por lo tanto, un estado demócrata que tiene su base en la separación de poderes no se puede permitir el lujo que por invertir o no a un determinado presidente... ir contra su propio país. Lo lamentamos todos los españoles, muchos votantes de izquierdas no entienden esto”, dijo Rubiales.
Es que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tramita ante el parlamento una proposición para otorgarle la amnistía a los implicados en delitos durante el intento separatista de Cataluña. Esta jugada, permitiría al gobierno de Pedro Sánchez tener en el bolsillo a los independentistas y así consolidar mayorías para su gobierno.
“Se está tratando de redactar una Ley de Amnistía con aquellos que han sido condenados. Es todo un sinsentido”, criticó el exdirectivo del fútbol.
El exdirectivo también aseguró que recibió presiones de las jugadoras para sacar del cargo al seleccionador Jorge Vilda. Las jugadoras, por su parte, habían afirmado en un comunicado diciendo que nunca pidieron la salida del técnico.
“Hemos estado muy solos por un chantaje que hemos sufrido de determinadas futbolistas, que me dijeron que echase a Vilda. Quien haya dicho que no pidieron la cabeza de Vilda... me lo pidieron a mí directamente en una conversación. Querían su cabeza y como yo no se la di, y con Jorge hemos sido campeonas del Mundo, pues vieron el cielo abierto con la oportunidad y dijeron, con este teatro nos llevamos por delante a Vilda y a Rubiales, fue una venganza”, puntualizó Rubiales.