La torta del cumpleaños 23 tuvo un ingrediente extra para Andrés Pila: la satisfacción de haberlo dado todo en un mano a mano con el japonés Naoya Oniyama en la Copa Mundo de Medellín, en el cual se impuso 6-5. Además, fue una sensación extraña por no estar al lado de su familia, pero sus compañeros de equipo lo hicieron sentir en casa.
En su mente guarda alegrías y tristezas vividas durante 276 meses. Atrás están los momentos de la siembra de yuca y arroz en la finca familiar en San Jacinto del Cauca (Bolívar), los pasos dados detrás de un papá que le pedía que aprendiera los oficios de la tierra y los crudos momentos que la violencia generaba en aquella zona.
Su padre, Teódulo Lemus, un hombre que se negaba a entregar su tierra, fue abordado por dos hombres (aún no saben de qué facción guerrillera) y no se volvió a saber de él. Con cuatro años de edad, Andrés emigró con su familia a Tierradentro (corregimiento de Montelíbano, Córdoba) ya con el apellido de su abuela materna.
A pesar de que el conflicto seguía su marcha, se enfocó en ayudar en la nueva propiedad y en estudiar. El año 2009 traía la necesidad de pensar en el futuro. Se acordó de una tía (Bienvenida López), quien es la presidenta de la Liga de Arco del Bolívar. “Me fui a vacaciones a ver lo que ella hacía y empecé a entrenar; al principio no me gustó, pero mi tía me dijo que tenía habilidades”.
Pronto se incluyó en torneos y empezó la cosecha de medallas, lo que lo llevó a integrar el proceso de Selección Colombia desde 2012. El tiempo de Andrés lo empezó a copar el arco y las flechas, algo que no le ha dejado desarrollar su intención de estudiar Administración de Empresas o Ingeniería Civil, pero él cree que dio en el blanco con su elección. “Es un deporte muy exigente, más si se hace con arco recurvo, pero es lo que me gusta hacer”.
El entrenador de Colombia, Antonio Millán, lo define como un arquero de muchas aptitudes. “Técnicamente está bien, hay que mejorarle aspectos mentales, sobre todo en la confianza a la hora de competir”.
Su onomástico 23 lo agarra más maduro, con la fortaleza que ha adquirido a través de las experiencias y, a pesar de quedarse en dieciseisavos de la final ayer, al caer 1-7 con Elison Brady (EE.UU.), siente que su proceso dio en el .blanco