El serbio Novak Djokovic, que con su segundo triunfo en Roland Garros se convirtió en el primer tenista que levanta más de una vez los cuatro Grandes en la Era Open, atesora una inmensa carrera resumida en cinco etapas y marcada por el desamor del público.
Este domingo derrotó en la final del certamen de París al griego Stefanos Tsitsipas.
Nacido en Belgrado el 22 de mayo de 1987, la carrera de Nole está marcada por un objetivo, convertirse en el mejor tenista de la historia, carrera que le mide al suizo Roger Federer y español Rafael Nadal.
Primeros años: 2003-2010
Formado desde los 12 años en la academia de Niki Pilic, en Múnich, descubierto por la exjugadora Jelene Gencic.
Tras su debut profesional en 2003, su nombre empezó pronto a sonar como un futuro número 1, pero tardó años en codearse con los grandes.
En 2007 alcanzó las semifinales de Roland Garros y Wimbledon y llegó a la final del Abierto de Estados Unidos. Al año siguiente se apuntó su primer título en Australia.
Con poco más de 20 años, se convirtió en el tenista más joven en disputar semifinales de los 4 grandes.
Sin embargo, todavía quedaba a la sombra de Federer y Nadal, que dominaban el circuito en esos años en una legendaria rivalidad. Su victoria en la final del Abierto de Estados Unidos de 2010 anunciaba la eclosión del serbio.
El gran salto: 2011-2014
En 2011 logró meterse de lleno en la carrera con los dos grandes para formar el ya mítico “big3”. Tras un publicitado cambio de dieta que le llevó a abandonar el gluten, se apuntó tres de los cuatro grandes y perdió en una antológica semifinal de Roland contra Federer, que le privó de lograr el Grand Slam, ganar los cuatro torneos en el mismo año.
Encumbrado por vez primera al número 1 del mundo, su nombre ya no dejó de estar en las fases finales de torneos importantes. Entre 2012 y 2014 solo falta a una semifinal. Juega 9 finales y gana 4 grandes.
Dominador: 2015-2016
Nada parece detenerle. Djokovic comienza una etapa en la que domina el circuito con brazo de hierro, superior a los otros dos grandes rivales, mermados físicamente, convertido en el hombre a batir.
En 2015 vuelve a ganar 3 grandes, pero tropieza en la final de Roland contra Stan Wawrinka, tras haber ganado por vez primera en la arcilla parisiense a Nadal en cuartos.
Al año siguiente, al fin, conquista en París el único grande que le falta, lo que le convierte en el último en ingresar en ese selecto grupo.
Ahora sí lo ha ganado todo. Con Federer y Nadal fuera de combate, nada parece detener al serbio.
Depresión: 2017-2018
Contra todo pronóstico, la victoria en París seca sus ambiciones. Desconocido, el serbio apareció sin hambre, lejos de la seguridad de otras etapas, lo que se tradujo en un derrumbe en la clasificación, donde pasó del número 1 del mundo al puesto 22 que ocupaba en junio de 2018, cuando cayó en cuartos de Roland ante Marco Cecchinato. A partir de ahí, solo quedaba reconstruirse.
Por la gloria: 2018-2021
La ambición la encontró Djokovic en sus rivales, en superar a dos monumentos del tenis como Nadal y Federer, en querer ser el mejor de todos los tiempos en la era más gloriosa del tenis.
Repuesto de su bajón mental, Djokovic se apuntó Wimbledon en 2018 y ahí empezó su reconstrucción, convertido en un tenista más sólido, menos temperamental.
Hasta mediados de 2015 Djokovic había ganado poco más de la mitad de las finales de los grandes que había disputado, 10 de 18. Desde entonces, se anotó 9 de 11.
El serbio, que este lunes sumará 323 semanas en el número 1 del mundo, un récord absoluto, se reparte con Nadal 10 de los últimos 11 grandes y se cuela en la carrera por convertirse en el que más tiene. En 2019 le levanta dos bolas de partido a Federer en la final de Wimbledon, el terreno favorito del serbio. Le faltaba conquistar Roland ante el rey de la tierra batida. Esta temporada lo ha conseguido