Creer en sus convicciones, más allá del entorno negativo que se posó en su vida en el último año, fue una de las fortalezas del colombiano Eléider Álvarez para retornar a la senda de la victoria en el boxeo profesional.
“Tras mi última pelea contra Sergey Kovalev –el 2 de febrero y que le significó ceder el título de la Organización Mundial del peso semipesado– mucha gente me tildó de vendido, y que ya estaba de salida, pero jamás he dejado de creer en mis condiciones”, le comentó Álvarez a EL COLOMBIANO previo a su combate del pasado sábado ante el estadounidense Michael Aaron Seals, por el título semipesado continental vacante del Consejo Mundial de Boxeo.
Hasta Seals, un gigante de 1.91 m de estatura, y que venía de noquear en sus últimos dos encuentros, trató de desdeñar al antioqueño. “Fue un error aceptar pelear conmigo en su regreso. Ya tuvo su tiempo y ahora llega el mío”, sentenció.
Palabras que llenaron de mayor ímpetu y orgullo al nacido en el Urabá antioqueño hace 35 años. “Es bueno que los oponentes piensen que uno está de salida porque se tuvo una sola derrota. Seals es buen pegador, pero se puede llevar una sorpresa”.
Y el sábado, en el Turning Stone Resort & Casino, Verona, Nueva York EE.UU, vaya que Eléider le produjo una sorpresa a su contrincante.
En el duelo pactado a diez asaltados, y cuando restaban cinco segundos para que finalizara el séptimo, Álvarez sacó un devastador derechazo que impactó en la mandíbula de Seals, que cayó a la lona, sin posibilidad de reacción. El árbitro ni llegó al conteo hasta diez, al ver que el norteamericano estaba bastante afectado.
“Primero que todo le doy gracias a Dios, familia y amigos que siempre han estado pendientes de mí, y quienes me dan motivación”, le comentó Eléider a Boxeo de Colombia. “Quise corregir varios errores -de la anterior pelea contra Kovalev- y aunque las cosas no salieron del todo como quería, pues al comienzo no me sentía cómodo, dije que iba a dar todo de mí y gracias a Dios salió bien”, agregó Álvarez.
Por su parte, Oswaldo Ricard Sánchez, primer entrenador de Eléider, comentó que esta victoria le genera a su expupilo mucha confianza para los retos que se le avecinan. “Si bien venía trabajando de manera callada, me mantuve en contacto con él y decía que había hecho una gran preparación para no repetir las fallas del anterior pleito, de hecho no vino a Turbo en diciembre pasado. Esta vez vimos a un Eléider distinto, aguerrido, con ansias de triunfo, demuestra que aún tiene madera para seguir haciendo historia”.
Ricard agregó que sobre el papel, Álvarez tendría otros dos combates para actuar por título mundial, aunque agregó que los apoderados del deportista buscarían que esa posibilidad se anticipe